Sacrificio es dejar que Dios trastoque cambie mis planes.
Aceptar como Abram, como Maria, como Pedro, y, sobre todo
como Jesús. Que Dios cambie lo que pensaba hacer. Que de pronto nada de lo que
pensaba sea posible
Aceptarlo, y, ver en ello una vez reflexionado que es
voluntad de Dios que no puedo cambiarlo sin ir contra su voluntad
Someter la voluntad eso es Sacrificio, incluso si el
sacrificio implica no poder hacer sacrificios previstos por uno mismo
Seguir creyendo
esperando y amando a Dios, seguir confiando en Él, en todo momento es uno de los mejores sacrificios
Sin pedir cuentas a Dios
Como Abram sacado de su tierra, como Pedro, como María, como
Jesús