Nos escondemos de Dios, al vernos desnudos de su Gracia
En el Génesis, se nos cuenta, que Adam al comer del árbol
prohibido, se vio desnudo, y corrió a esconderse de su Creador
Cuando Dios lo recrimina, Adam responde diciendo, “O, tu voz
y temeroso porque estaba desnudo, me escondí”
Si uno deja atrás las tonterías, de cómo no sabía que estaba
desnudo un señor que supuestamente lo sabía todo, porque tenía ciencia infusa,
un invento, pues nos quedamos en un cuento para niños
Pero si leemos lo que
Dios le dice
“¿Cómo sabes que estas desnudo, es que has comido la fruta
que te prohibí comer?
Y, la respuesta del hombre, acusando a la mujer, la mujer que me diste por compañera me dio de
ella y comí”
Siempre claro está que no sigamos en el empeño de lectura
literal
Porque la cosa es más seria,
La humanidad, sean uno, o cincuenta, cada uno de nosotros
nos alejamos de Dios o eso creemos cuando nuestra conciencia, nos recrimina,
entonces nos sentimos avergonzados, pero en lugar de ir a quien puede cubrirnos,
nos alejamos pues nos vemos desnudos, desprovistos de su Gracia, aunque lo
llamemos como nos de la gana, mala conciencia, perdida de fe, de valores, hasta
depresión
Nos sentimos mal con nosotros mismos, porque sabemos que
hemos traicionado la confianza que Dios tenía en nosotros
Por suerte Dios lo
soluciona rápido si le dejamos, basta
que confesemos nuestra culpa