No podemos llamar a Dios Padre sin el Espíritu Santo
Sin La Gracia, sin la iluminación, la Fuerza del Espíritu Santo en nosotros, no podemos invocar a Dios como Padre, no se trata de un decir de boquilla, como un loro-
Sino de sentirlo de llamarlo desde el fondo de las entrañas, de sentirlo como Padre, y sentirnos como hijos.
Podremos creer en Dios, aunque lo más probable es que creamos en el Dios de los deístas
E incluso podremos creer en Dios como Padre en el sentido de dador de Vida, Padre de Israel, pero no sentirlo, no sabernos hijos
Y, es que para poder llamar a Dios Padre, tenemos que serlo, no en el sentido de las criaturas, sino de verdad, y, cada uno somos hijos de un hombre y una mujer.
Jesús como hombre es también hijo natural de Dios, por su unión con el Verbo, unión personal, pero para que ello fuera posible, El Espíritu Santo, formo a Jesús, lo creo en Santa María
Del mismo modo, Dios Espíritu Santo, tiene que recrearnos a nosotros, transformarnos y unirnos al Hijo, así, siendo hijos en el Hijos, si podremos decir "Abba, Padre"
