Hace un par de días, me llamó la atención un artículo en un diario religioso digital, cuyo título hacía referencia al aborto, como la autora es una religiosa y teologa, católica, pensé que sería condenatorio del mismo
Y, si lo era pero no como yo pensaba la mencionada mujer, hacía mención a la decisión del parlamento polaco de prohibir el aborto, excepto en casos puntuales, hoy en día ni en esos se justifica, máxime porque el de la vida de la madre no se da
El caso es que el parlamento europeo a reconvenido a Polonia que es un Estado miembro, no una colonia, a que recule y permita el aborto, espero que Polonia no ceda, como país soberano que es
Yo esperaba mientras iba leyendo el mencionado artículo, que la persona que lo escríbía, atacase a a La UE, por intentar inmicuirse en una decisión de un parlamento libre
Pero era todo lo contrario, hablaba del derecho de las mujeres pobres a decidir, es decir decía sin decirlo que los pobres no tienen derecho a nacer, se ve que ella es burguesa, yo no, yo naci de madre pobre, decía que todo el mundo tenía derecho a hacer lo que creía licito en conciencia, con esa premisa bendecimos toda barbaridad porque por mucha barbaridad que nos parezca, quien nos dice que en la conciencia su autor no sea incluso algo bueno y noble
El aborto no es algo baladi, que sólo afecte a una persona, afecte a muchas, y, sobre todo afecta al inocente no nacido que es asesinado impunemente
Lo que las pobres madres que deciden abortar precisan no es aborto es una mano tendida por la sociedad por el Estado, para poder seguir adelante con su embarazo y dar a luz a sus hijos.
Lo grave no es el apoyo la defensa soslayada del crimen del aborto que hacía esta mujer, lo más grave es que es una forma de subirse al carro de la progresía, hace unos años, cuando era mahyor el número de los que lo veían como lo que es un crimen, no digamos cuando aún era ilegal en la mayor parte del mundo, estoy segura de que esta mujer habría escrito un alegato pro vida
No doy el nombre del diario, porque tiene buenos artículos, aunque cada vez más sesgado, de esta mujer ni paga la pena, yo solía leer lo que escríbía ya no lo haré más, no me gustan los que se ponen del lado del asesino, sobre todo cuando la víctima no se puede defender
Para mi solo tienen un nombre, el de cobardes
