La Salvación no es cosa nuestra sino de nuestro Dios, nadie puede salvarse, La Biblia dice, Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida; no hay nada, que podamos hacer que nos merezca la salvación nada, por nuestra cuenta, podemos por nuestra desobediencia optar por el Infierno, pero el Cielo, a Dios no lo podemos merecer, como criaturas Dios, no nos debe nada, y, no, nos debe buscarnos cuando nos hemos alejado voluntariamente, no, tiene obligación de perdonarnos, y, nadie por si mismo, puede decir, ahora digo, Sí, no podemos salvarnos.
Y, es que la Salvación no es cosa nuestra, sino de nuestro Dios, que nos la brinda en Cristo, gratuitamente, sin méritos propios, sólo hace falta que la acojamos, él nunca nos forzará a hacerlo, nos respeta, pero siendo suya, es Él quien pone las condiciones, así pues, si nos manda bañarnos en el Jordan, que viene lleno de lodo, aunque nuestros 7 ríos, de nuestra "Siria particular" sean de aguas claras, obedezcamos, es decir acojamos los medios de Salvación que Dios por su Iglesia pone a nuestro alcance, no inventemos otros nuevos, porque no sirven la salvación viene de nuestro Dios por Cristo, su Hijo.
