Sí, amen eterno a nuestro Dios. La palabra hebrea "amen" no significa como algunos piensan; así sea, ojala sea así, muy al contrario, "amen", significa, aseguro estoy enteramente cierto, por Dios y su Poder que esto es lo que digo, lo que confieso, lo que me dicen, que es enteramente verdad, lo sé con más seguridad que si lo viera, por eso cuando vamos a comulgar decimos, "amen", no es que deseemos que ojala el Pan Eucarístico, sea el Cristo eucarístico, no es que lo sabemos, el amen eterno a nuestro Dios, significa poner nuestra vida en sus Manos, y, entregarnos a él con total confianza, aunque el Cielo de nuestra vida, sea luminoso, o este preñado de oscuros nubarrones.
Nadie se merece el amen, más que nuestro Dios