miércoles, 24 de marzo de 2021

Lázaro y el ciego de nacimiento hablan de Jesús.


Lázaro y el ciego de nacimiento hablan de Jesús.

Shalom me nombre es Lázaro, y, quiero hablaros un poco de mí, para poder hablaros de Jesús

Jesús y yo, fuimos amigos desde niños, José su padre solía venir hacer trabajos de carpintería, y, ahi nació la amistad, desde que supe por labios del mismo Jesús, que era el Envíado, me sentía indigno, aunque para él es como si fuesemos iguales en todo.

Al empezar su vida itinerante como rabino, solía cuando les pillaba por Betania, quedarse en nuestra casa, yo vivía con mis dos hermanas,Marta y María
Resultó que enfermé, y, mis hermanos le mandaron aviso, pero no vino, y, yo falleci

Lo que os cuento ahora, lo sé porque mis hermanas me lo dijeron, ya que estaba muerto

Mis hermanas condujeron a Jesús, ante mi tumba, yo llevaba enterrado 4 días, y, lógicamente apestaba, cuando Jesús mandó abrir mi tumba, le recordaron la situación, pero él insistió, y, le obedecieron

Entonces pronunció mi nombre, Lázaro sal fuera, su voz atravesó el Sheol,, la tumba,  le oí, y, os voy contar un secreto, me dieron ganas de seguir allí, es tan fácil seguir muerto, aunque ya apeste tu cadáver, pero algo me impulsó, como si estuviera siendo recreado, y, salí, no me podía mover, nuestro pueblo tiene la manía de envolver tanto a los muertos, como si fueran a salir corriendo, entonces Jesús les dijo que me soltarán y me dejasen caminar libre, y, asi lo hicieron

Nada al verme indicaba que yo había muerto. Hay ahora algunas personas que ven esto como una parábola, y, cuenta que lo sucedido no fue realmente así, yo la verdad no sé que deciros, porque pasado tanto tiempo, y, ahora en el Cielo, pues me ocupo de otras cosas, lo que quiero deciros es que si la realidad fue como dicen estos que fue en realidad, fue mayor el milagro, y, la resurrección también os lo cuento

Dicen estos que yo, había dejado a mis hermanas, que me había vendido como mercenario a Roma, que andaba asaltando, robando para el Imperio, y, cometiendo todo tipo de tropelías, que el aviso que dieron mis hermanas al Maestro a Jesús, fue cuando yo dije, que dejaba al Dios de Israel por los dioses de Roma, mi familia era muy extricta en el cumplimiento de la Thora, demasidado
Que yo ya me había ido y llevaba un tiempo viviendo como un gentil, y, entre gentiles, mi vida apestaba y para mis hermanas estaba muerto. Y, que lo que hizo Jesús fue llamarme a que dejará aquella vida, y, volviese a ser lo que siempre fui, un judío, y, la ordén de desatarme, era la de no ser rigurosas conmigo, dejarme un poco libre, observar los mandamientos sí,, pero no medir con metro, los pasos del Sabath

Si fue así está bien expresado por Juan, y,  fue un gran milagro, si fue tal lo cuenta también

Lo importante es que vosotros los que estais aún en la tierra, aprendais tres cosas
La primera que nunca es tarde para volver a Jesús, para volver a Dios, por lo tanto nunca dejéis de orar por nadie, por mucho que su vida apeste, ni dejéis de pedir perdón aunque veáis que vuestra vida apesta

Segunda si escucháis su voz de salir de la tumba esto es dejar la vida del pecado, no lo dudeis

Tercera A título personal añadir “los sacrificios” que queráis, pero cuando expongais la Fe, no carguéis a los que os escuchan, u, os piden consejo con más preceptos que los que Jesús y su Esposa, que es La Iglesia os dan, porque seguir a mi amigo Jesús, ser cristiano no es un lastre ni puede serlo, no es para sufrir es para ser felices si alguien os dice lo contrario os miente
Hasta el Cielo, Lázaro vuestro amigo.

Mi nombre es él que vosotras queráis, pues en mi se encierran varios personajes

Nací ciego, ser ciego de nacimiento, es horrible, en voy llamarla mi primera historia, porque era visto como maldito, como pecador, lo único que podía hacer era pedir limosna, ahora es distinto en vuestro mundo, entonces no.

Asi que yo era ciego, y, llegó Jesús con sus compañeros, entonces hizo algo típico de las madres, las madres todas, creen que su saliva es un medicamento para todo, todo lo curan con su saliva y un beso, pues Jesús, que tiene corazón de madre, hizo lo mismo, me beso la frente, y, puso su saliva con barro en mis ojos, al poner el barro era como si me recreará, me mando a lavarme, tuvieron que ayudarme porque tropecé varias veces, pero al fin dí con la fuente me lavé, y, regrese viendo

Entonces pues me sometieron a todo tipo de interrogatorios, hasta llamaron a mis padres, que se desentendieron, tuve que contar más de una vez como había sido, y, aunque no había leído nunca La Escritura, si se la escucha leer a mis padres, y, en la sinagoga desde lejos, por eso sabía que Dios oye a los justos,  y, hasta con un poco de sorna, les pregunté si querían ser sus discípulos  me dijeron que lo fuera yo, que ellos lo eran de Moisés, y me excomulgaron, es decir me echaron fuera de la sinagoga, fue entonces cuando ví por primera vez a Jesús, y, me pregunto si creía en el Hijo del hombre, le pregunte quien era, al decirme que era él, caí a sus pies.

Entonces Jesús dijo, que él había venido para que los que no ven, vean, y, para que los que ven se vuelvan ciegos, a algunos de los que me habían echado fuera, aquello les sentó mal, y, se lo dijeron, entonces les dijo que precisamente tenían pecado, porque tenían vista

Os dije que tenía varios nombres, que no era un solo personaje, y, es que yo soy también Saulo de Tarso, Pablo, vuestro San Pablo

Yo estaba ciego, ciego de nacimiento por fanatismo, me había hecho a la idea de cómo tenía que obrar Dios, como debería ser el Mesías,, por eso empecé a perseguir a La Iglesia, a los cristianos perseguirlos a muerte

Un día Jesús me tumbo al suelo, no, no iba a caballo, salvo un caso muy grave los judíos no podemos montar a caballo, podía ir en asno,, pero tampoco iba a pie, entonces una luz inexplicabale, me tumbo al suelo, me pregunto porque lo perseguía, y,, al preguntarle quien era, me dijo que era Jesús, al que yo perseguía, no tuve ni tiempo de decirle que yo a él no lo perseguía, porque su voz fue tajante, “Entra en la ciudad, y, se te dira lo que has de hacer”, el entrar en la ciudad era un poco como el ir a la piscina de Siloe. Entre en la ciudad llevado de la mano, pues no podía caminar a tientas, allí me recibió Ananias un cristiano, quien me dijo que Jesús quería  que recibiera el bautismo, se me abriesen los ojos, y, lo sirviese como apóstol
 Al imponerme, Ananias sus manos, y bautizarme tras mi ayuno de tres días, se cayeron de mis ojos unas escamas, y, pude ver. El agua del bautismo es el agua de la fuente de Siloé, pero las escamas no cayeron solo de los ojos de mi cuerpo, sino de mi alma y de mi mente, ví claro que Jesús era el Mesías, y, decidí entregarle mi vida

Antes de seguir quiero que caigais en la cuenta de una cosa, Jesús pudo darme el la vista y la fe  directamente y decirme lo que tenía que hacer, pero no quiso, quiso que eso me llegará por Ananías, al que por cierto, según supe por él mismo,, no le hizo gracia, pero cedió ante Jesús, y con esto quiero recordaros que Dios siempre va llegar a vosotros por La Iglesia, por cualquiera de sus miembros, si algo os llega de otro modo, o “directamente”, estad seguro de que si no os remite también a la Iglesia, no viene de Dios, tened cuidado

Cuando me puse a hablar de Jesús no me creían pues me conocían, y, pensaban era una trampa, entonces fui ver a Pedro, quería necesitaba presentarme a él, que me diera su punto de vista, y es que Pedro es quien está en el lugar de Jesús, cuando querais saber si estais siendo fieles a lo que Jesús quiere, mirar si estais siendo fieles al Papa, os caiga bien o mal eso no importa, yo tampoco hubiera escogido a Pedro, pero Jesús va a su aire, a su Ruha divina, vosotros haced lo mismo, y, cuando los demás os cuestionen, recordad que aún deberían cuestionaros más, si, supieran como erais, o como sois, o cómo seríais si el Señor os dejase solos, yo nunca olvide que fui un perseguidor, esos eran mis “méritos”, pero nunca olvide tampoco que Jesús me había rescatado, y, había pagado mis crímenes en la Cruz.

Os dije que tenía varios nombres, porque soy también el que nació ateo, etc.

Pero antes de despedirme, quiero que no olvidéis que Jesús dice, “Si fuerais ciego, no tendríais pecado, pero al decir vemos, seguís en pecado”

La fe tiene que ser alimentada, con la oración, y, con el estudio, cuando uno se anquilosa en su traje de bautismo, o como mucho de primera comunión, o se queda en lo dicho en tiempos, por su abuelita, o por quien fuese, y, no quiere escuchar a La Iglesia, formar su fe, y,, sigue en antes era, mi abuela decía, el cura tal dijo,  San Periquin el cojo,, dijo, y de ahi no se mueve, hasta el punto de que “excomulga”, a quien no lo sigue o no hace lo mismo, no deje le penetre la luz, y es posible que pensando hacer bien haga mal

Por eso, os lo digo como el ciego de Siloé, como Saulo de Tarso, dejad que os guíe la Iglesia, lavaros en la penitencia, orad y estudiad

No vayáis por libre, ni os encerreis en vuestra sabiduría que nada precisa, porque esa sabiduría es necedad, esa visión que creéis tener es en realidad la más profunda de las cegueras.