La conversión es saberse llamado
y responder
La conversión no es el
arrepentimiento, naturalmente quien no se arrepiente del mal que ha hecho, o
del bien que no hizo, no está listo para la conversión, tampoco es conversión
el adoptar otra religión, esto casi siempre es apostasía, o estupidez
La conversión, es verterse
a, ir hacia, lo contrario de perversión,
que es desviarse de, alejarse de
La conversión es sentirse llamado
Llamado. ¿Por quién?. Por Dios
como Abram, cuando dejo su tierra, pero no basta sentirse llamado hay que
responder, como acudiendo a la llamada, mientras estemos en este mundo. Siempre
por cerca que estemos de Dios, y, estamos tan cerca que mora en nosotros, vamos
estar lejos, por lo cual, la conversión es cosa de todos los días
Porque como dice el Evangelio, el
Reino de los Cielos está en tensión, es como un globo, que se nos escapa
Nunca habremos amado, bastante,
orado bastante
Y, esta conversión que es una
gracia, no es algo que uno pueda decidir, es Dios quien lleva la voz cantante
Tiene sus pasos
Primero el arrepentimiento del pecado grave, la
recuperación de la amistad con Dios, o Gracia santificante, en el caso de los
cristianos católicos por la confesión
Caso extremo martirio, o acto de
contrición o Amor perfecto
Pero esto es solo el comienzo, la
conversión en este primer estadio, pasa por luchar por ser fiel a Dios, no
ofendiéndole gravemente, no por miedo al infierno, por temor a dañar su amor
Si con la ayuda de Dios, uno no
da marcha atrás, y, tiene que volver a comenzar
Segunda etapa el arrepentimiento
y la lucha contra el pecado venial deliberado, ese de, “eso solo es pecado
venial”
El afortunado que superé este
etapa, algo rarísimo, pero con Dios no imposible
Luchar contra las imperfecciones,
contra esas pequeñas faltas de amor, que por ser de amor nunca serán pequeñas; y como consecuencia del
pecado de origen, habrá caídas en pecados leves, pero dolerán como si fueran
graves
La siguiente etapa siempre
contando con que no haya retrocesos, es cuando a la persona le duelen los
crímenes del mundo como si los hubiera hecho ella, como le dolían a Jesús en la
cruz
Y viene la última etapa la
persona se mira en Cristo y se ve el más miserable entonces su alma se hunde, o
cree hundirse en la negrura de la fe, todo le dice que no hay nada, ella grita
que si, es la noche oscura, que Dios solo da a los santos
A veces la persona sale de ella
en el Cielo, o muy poco antes, otras se le permite; por la misericordia de
Dios, volver a vislumbrar la luz
Pero todo esto, no es una línea
recta incluso en las personas que más han aceptado a Dios, hay retroceso caída,
y hay que volver a levantarse
Ni que decir tiene que el
arrepentimiento ha de ser siempre por causas sobrenaturales, por Dios, no por
daños físicos, o de cualquier otro tipo personales o, a otra persona
El arrepentimiento será siempre
la primera llamada, si no se responde es posible que no haya más