sábado, 30 de septiembre de 2017

La conversión es saberse llamado y responder



La conversión es saberse llamado y responder
La conversión no es el arrepentimiento, naturalmente quien no se arrepiente del mal que ha hecho, o del bien que no hizo, no está listo para la conversión, tampoco es conversión el adoptar otra religión, esto casi siempre es apostasía, o estupidez
La conversión, es verterse a,  ir hacia, lo contrario de perversión, que es desviarse de, alejarse de
La conversión es sentirse llamado
Llamado. ¿Por quién?. Por Dios como Abram, cuando dejo su tierra, pero no basta sentirse llamado hay que responder, como acudiendo a la llamada, mientras estemos en este mundo. Siempre por cerca que estemos de Dios, y, estamos tan cerca que mora en nosotros, vamos estar lejos, por lo cual, la conversión es cosa de todos los días
Porque como dice el Evangelio, el Reino de los Cielos está en tensión, es como un globo, que se nos escapa
Nunca habremos amado, bastante, orado bastante
Y, esta conversión que es una gracia, no es algo que uno pueda decidir, es Dios quien lleva la voz cantante
Tiene sus pasos
Primero  el arrepentimiento del pecado grave, la recuperación de la amistad con Dios, o Gracia santificante, en el caso de los cristianos católicos por la confesión
Caso extremo martirio, o acto de contrición o Amor perfecto
Pero esto es solo el comienzo, la conversión en este primer estadio, pasa por luchar por ser fiel a Dios, no ofendiéndole gravemente, no por miedo al infierno, por temor a dañar su amor
Si con la ayuda de Dios, uno no da marcha atrás, y, tiene que volver a comenzar
Segunda etapa el arrepentimiento y la lucha contra el pecado venial deliberado, ese de, “eso solo es pecado venial”
El afortunado que superé este etapa, algo rarísimo, pero con Dios no imposible
Luchar contra las imperfecciones, contra esas pequeñas faltas de amor, que por ser de amor nunca  serán pequeñas; y como consecuencia del pecado de origen, habrá caídas en pecados leves, pero dolerán como si fueran graves
La siguiente etapa siempre contando con que no haya retrocesos, es cuando a la persona le duelen los crímenes del mundo como si los hubiera hecho ella, como le dolían a Jesús en la cruz
Y viene la última etapa la persona se mira en Cristo y se ve el más miserable entonces su alma se hunde, o cree hundirse en la negrura de la fe, todo le dice que no hay nada, ella grita que si, es la noche oscura, que Dios solo da a los santos
A veces la persona sale de ella en el Cielo, o muy poco antes, otras se le permite; por la misericordia de Dios, volver a vislumbrar la luz
Pero todo esto, no es una línea recta incluso en las personas que más han aceptado a Dios, hay retroceso caída, y hay que volver a levantarse
Ni que decir tiene que el arrepentimiento ha de ser siempre por causas sobrenaturales, por Dios, no por daños físicos, o de cualquier otro tipo personales o, a otra persona
El arrepentimiento será siempre la primera llamada, si no se responde es posible que no haya más