jueves, 12 de mayo de 2022

Santas iconoclastas


Santas iconoclasta,  Justa y Rufina
Iconoclasta es quien rechaza el culto a las imágenes, estas dos jóvenes sevillanas, la emprendieron a golpes y destruyeron la imagen de una diosa romana, creo que Minerva, la Athenea griega, por ello fueron condenadas a muerte
Podemos pensar que ellas destruyeron un ídolo la imagen de un falso dios, y, es cierto, pero para los que llevaban a la imagen de la diosa no era un ídolo era un símbolo de la divinidad, ellos creían en ella
Claro que entonce se erá como se erá, y, es cierto hay que destruir los ídolos, no las imágenes que otros consideren sagradas, no las falsas imágenes de Dios que tenemos cada uno
Y, no son imágenes de piedra, son las que nos hemos montado en nuestra mente, nuestro corazón, y cada día tenemos que revisar porque cada día, tendremos que destruír el ídolo que se nos ha colado
No pensemos que podemos decir, “ya está mi idea de Dios es la perfecta, Dios es así”
Porque nuestro Dios está vivo, y, no se sujeta a nuestro andar, no esta quieto en la hornacina, quietos están los ídolos, nuestro Dios se esconde, se revela, se hace el enojado, llora, ríe, nos busca, se deja encontrar, lo buscamos en el Viento, viene en la brisa, en la brisa viene en el Huracan o el terremoto, lo buscamos poderoso, y, se nos muestra en un bebé al que su madre da la teta y cambia los pañales, en un rey que lo domina todo, se nos da en un Crucificado, en la expresión del máximo poder se nos da en un poco de vino y un pedazo de pan, en Iglesia pecadora, en el amanecer, en la creación, en el saber de los irracionales que no lo son tanto, hasta a veces en nuestro pecado, sino que le pregunten a Pablo, a Agustín, a Teresa de Avila
Siempre cambiando, y, siempre siendo el mismo
Siempre Amor, Unidad y Trinidad, Camino y Llegada, eso es lo fijo, por eso, tenemos que revisar para ver donde el ídolo que sin querer vamos montando se ha colado, y, destruirlo, pidiendo ayuda a él mismo, para no destruir la verdad que sabemos del, y, así cada día, cada instante, hasta que al llegar al Reino, él se nos done como es
Y, tenemos que revisar y destruír las imagenes de María y de Jesús en su humanidad, no las de yeso, plata, escayola, no, aunque algunas también sería cosa de pensarlo, no, aquellas en que  el caso de Jesús, no es el Jesús del Evangelio y de la Iglesia, sino del turismo de semana santa, el Jesús mágico para obtenerlo todo, sin abrirnos al Amor de Dios, y en María no la Mamá de Jesús, la Esclava del Señor, la esposa de José, la mujer y mamá judía, la madre del crucificado y del resucitado, la que esta siempre para servir de ella aprendió su hijo, la que va a las bodas, para que hallá vino, y quiere vino en la boda de su Hijo, quiere alegría, Unidad y amor en La Iglesia, la que ora para que baje el Don de lo alto, sino con esa especie de diosa de tercera que oponemos a Dios, algunos diciendo blasfema y hereticamente, “Sí Dios quiere y la Virgen lo permite”, la que ponemos por delante o encima de Dios, la que creemos omnipotente, negando al Omnipotente, la que tenemos de deshadora de entuertos, hasta enfrentando sus distintos vestidos(advocaciones unos con otros), la que ponemos sus supuestas revelaciones por encima de La Palabra, la Revelación pública, a la que pedimos no que oré por nosotros, sino que nos dé lo que solo Dios puede dar
A la que adornamos su imagen de yeso etc, con oro y joyas, mientras sus hijos y hermanos y siervos pues es madre, hermana y Señora, mueren de hambre de cualquier tipo
Sí esa imagen de María también hemos de destruirla porque no es su imagen es un ídolo
Y acoger a la María del Evangelio que nos da la Iglesia, no la iglesia varias veces.
Aunque nos corten la cabeza, como  a las santas Justa y Rufina.