La mamá la tijera y el niño pequeño
El pequeño está jugando con las cosas de su mamá, de pronto echa mano a la tijera, a una aguja, la mamá sin perderle de vista, le reprende, “deja eso, que te vas hacer daño, y, luego vas a llorar, como no lo dejes te va hacer pupita”
El pequeño no hace caso, de pronto llora se ha pinchado, se ha herido una herida pequeña que la madre va curar enseguida y alejar del pequeño la tijera, la aguja, etc.
El pequeño no se ha herido porque la madre lo quisiera, ni porque ella lo dijera; se ha herido, porque desobedeciendo a su mamá, ha jugado con lo que no debía
Y, la madre porqué no lo ha impedido sacandole la tijera, o la aguja, antes de que el pequeño se hiriese
Pues simplemente para evitar un daño mayor
El niño ha quedado escarmentado, para él ahora el objeto que le hizo daño es malo, no le tocará sin su mamá
Si la madre hubiese ido a sacar las tijeras, o la aguja, otro día que el niño estuviese sin vigilancia materna, las tomaría, y quien sabe si el daño no sería mortal
Dios hace lo mismo, deja que usemos la libertad pero nos tiene vigilados como Padre Madre infinito, no como carcelero, y, nos avisa del peligro que corremos de lo que nos va venir si nos metemos donde no debemos, si vamos contra su voluntad, y deja muchas veces cuando lo hacemos que suframos aquí las consecuencias, no es un castigo ni una venganza, es un acto de amor que hará que rectifiquemos, si somos inteligentes como los niños pequeños, que volvamos a él, y, que un día el pecado no, nos haga un daño mayor el de la separación definitiva de él
Otra costumbre de las mamás de las de antes, a las de ahora no les dejan, era la de amenazarte con hacerte un montón de barbaridades, que terminaban muchas veces por no decir casi todas, con un. “ por tu bien, para que seas una persona de provecho, o, para que nadie se ría de tí el día de mañana... es decir tras decirte que te iba matar, que ibas llevar más golpes que una manta, luego ni uno, que no ibas salir más de casa..., venía la razón del porqué, y que anulaba lo anterior
Yo cuando leo el AT, y, “escucho” a Dios lanzar esos improperios y amenazas a su Pueblo del que somos herederos, para luego terminar con declaraciones de Amor divino.
No puedo evitar decirle, que Madre, que Madraza eres Padre. El Padre Madre infinito. No castiga por venganza, ni reprende por ira o cólera, alerta a sus hijos para que el Dragón no los devoré.
Hace pero en infinito y sin errores lo de cualquier mamá con sus chiquitines