Las largas oraciones de los escribas que devoran las mesas de las viudas.
El Evangelio de Mateo, conserva una queja muy dura de Jesús, contra los escribas de su tiempo, que so pretexto de largas oraciones a su favor, esquilmaban a las pobres viudas, Jesús les anuncia un juicio muy duro
Esto que puede parecer lejano en el tiempo, se dió por desgracia en la Iglesia, sobre todo en la de España, en concreto en la de Galicia, y, más en concreto en la rural
No todos por supuesto, pero la mayoría, en la época del nacional catolicismo, algunos curas caían debido a la poca o nula formación de sus fieles, porque se les negaba, en una especie de simonía, no es que se cobrase el estipendio por las misas, eso es lícito, porque el ministro el sacerdote vive del altar, bueno es lícito cuando el fiel lo puede pagar
Es que pasando por alto el valor infinito del Sacrificio de la Misa, que nada más precisa; lo que no quiere decir que no se puedan en unión del mismo ofrecer otros.
Se “vendían responsos” El responso es una oración por los muertos en latín, que incluye el padre nuestro, pater noster, y, por él que se cobraba un precio, en algunos funerales como el de mi abuela materna, parecía una subasta, “yo pago 2 responsos, yo 3, yo 1etc.” y el cura paraba de rezar para coger el dinero
Recuerdo que una persona dijo, seguramente iluminada por La Ruha divina, que aquello era un escándalo, que mejor harían dando aquel dinero a los pobres, y, que rezase cada uno
Se podría objetar que quien daba, lo hacía porque quería, y, es cierto, hasta cierto punto, porque el purgatorio más que como lugar de Amor y purificación por los méritos de Cristo, se presentaba como cárcel casi infierno del que se salía pagando, pagando al cura
Y, alguíen puede pensar, pero qué pintan las viudas, pues bien a las viudas sobre todo jóvenes, o no tan jóvenes se les recordaba que debían tener misas por sus maridos, y, también responsos y las pobres se lo sacaban de la boca
Pero si nos retrotraemos en el tiempo, por otra de las abuelas sé que a principios y casi el primer tercio del pasado siglo, por supuesto antes también en los entierros y funerales en Galicia en la Galicia rural, además de lo anterior, habían de llevar un pan grande de trigo como ofrenda al sacerdote, y, sí podían añadir algo más también
Estoy segura de que Jesús pensaba también en esas mujeres, y, en esos curas
Y, claro estaban los que aunque para no caer mal a los otros curas que misaban con él, tomaban el dinero, pero luego lo devolvían a las viudas, huérfanos etc. Los que procuraban formar a su gente
Hoy gracias al Aleteo de la Divina Paloma, la cosa ha cambiado, sí se siguen cobrando estipendios sí, se puede, pero todos los curas saben que su Ministerio es el de Cristo, que vino a servir no a ser servido, y, menos a esquilar a las ovejas.