jueves, 12 de mayo de 2022

No le dejes a nadie que te humille


No le dejes a nadie que te humille.
Todos hemos de pedir a Dios crecer en la humildad, y, hemos de estar dispuestos a ser despreciados y humillados por seguir a Jesús.
Pero esto a veces se entiende mal, y algunos hablan de buscar humillaciones, de dejarse pisotear, de volverse alfombra
Pues nada de eso
Humillarse, tirarse por el suelo, no tiene nada que ver con la humildad, que como bien dice Santa Teresa, es andar en La Verdad
En primer lugar, no podemos que nadie nos niegue lo que somos, ni los dones que Dios nos ha dado, a unos uno, a otros otro, además de los comunes
Tú, yo, somos lo más importante, somos una imagen viva de Dios, hecha por El mismo, si no permitiríamos se rompiese una imagen sagrada hecha por manos humanas, nosotros lo somos más, además somos hijos de Dios
Sí tenemos tal o cual carisma, o don, no debemos negarlo, ni consentir nos digan que no valen para nada
San Pablo y Jesús, al modelo es Jesús, no se callarón ante la injusticia contra ellos, cuando Jesús es abofeteado, pregunta conque motivo, y Pablo cuando lo van a flagelar les recuerda que es ciudadano de Roma, y, por nacimiento
Hemos de conocer nuestros derechos y deberes, para cumplir los segundos y no dejar nos roben los primeros, porque vienen de Dios
Claro para ello es preciso saber cuales son
Y, no solo en la vida privada, en la privada, en la civil es decir como miembros de Sociedad, como miembros de La Iglesia, eso exige formación continúa
La Cabeza se baja ante Dios y La Virgen, adorar solo a Dios,  y si la bajamos ante otro ser humano, es cuando ejerce su autoridad no su tiranía en nombre y con autoridad de Dios, puesto por él
Por  eso nos sometemos al Papa, y a los que están en comunión con él
Esto no significa que no se nos pueda decir que estamos equivocados, la corrección la enseñanza si hay que aceptarla, pero no el insulto, y, es de humildad reconocer que nos habíamos equívocado, pero también si estamos en lo cierto, sea quien sea el otro mantenernos, pero si entra en terquedad dejarlo
Y, sí si por vivir el Evangelio nos llaman lo que quieran hemos de decir que lo que somos es cristianos, pero no dejar de vivir el Evangelio, para evitar las humillaciones, los insultos
Tenemos que tenernos unos a otros por superiores, pero sí solo se da de una parte no vale
El otro el prójimo, debe ser respetado por mí, ayudado, corregido con respeto, enseñado... porque es imagen e hijo de Dios, pues yo también nacida de “los dolores de parto” de Cristo en La Cruz
Humildad sí, humillación voluntaria no
Sí algún santo lo vivió antes de su Vida, la que tiene ahora, fue la parte o una de sus partes que no era santa.