jueves, 30 de abril de 2020

No decidimos nuestra conversión, la decide y nos convierte él

No decidimos nuestra conversión, la decide y nos convierte él

Aunque lo pensemos, a nadie decide convertirse, nadie decide arrepentirse, cambiar de vida

Saulo no tenía intención de aceptar a Cristo en su vida, de hacerse cristiano, sino de acabar con los cristianos, estaba orgulloso de su vida

De la euforia de haber hecho nuestra voluntad, de desprecio a La Ley, pasamos a la amargura de haber obrado mal; al reconcome de la conciencia, pero eso no es la conversión, y, ni eso viene de nosotros, viene de Dios es una gracia,  gracia que podemos aceptar, o rechazar

Dios decide volvernos a él, y, por eso nos va dando esas gracias desde el malestar de la conciencia, a cualquier otro incluso vidas de otras personas como hizo con David, para avivarnos, y, que volvamos a él que sigue a nuestro lado, para que por la Sangre de Jesús nos pueda limpiar.  Nosotros cada uno, es libre de seguir en el pecado, negandolo buscando razones psicológicas,  apagando la voz de Dios, ayudados  por los consejos de satan.  o podemos ayudados por la Gracia, reconocernos pecadores, merecedores de castigo, e implorar Misericordia, y, en ese momento en que nos reconocemos culpables y pedimos perdón  ya hemos vuelto a Dios,  y, él nos declara justos, porque nos une al Justo. ya nos ha convertido a él.