El justo no vacila
Sí nos fijamos no dice, "los justos", sino El Justo, Él único Hombre justo, Jesús de Nazaret, porque todos los demás hombres, los más pecadores, los más justos, los que Dios hizo justos, vacilan, no saben que camino tomar, caen muchas veces en la tentación.
Pero El Justo no vacila, Jesús en su vida terrena, tuvo siempre claro, lo que quería Dios, cual era su misión, por eso acepto siempre la Voluntad del Padre, y, dijo que era su alimento.
Y, ante la tentación puso al Padre en primer lugar, buscando su gloria no la del mundo, ni la suya propia de su naturaleza humana, y, cuando vio cerca la muerte tuvo miedo pues es humano, pero no dudas de qué era lo que debía hacer, morir o una vez más huir de las manos de sus perseguidores, por eso acudió a la oración, hablo con su Padre, y, una vez fortalecido y sabiendo que Dios no quería que esta vez se escabullese de sus perseguidores, animo a los suyos, y, salió a encontrarse con los que venían a buscarlo para condenarlo a muerte
Y, ante Caifas no se anduvo con sutilezas, y, lo mismo ante Pilatos, ni oyó en La Cruz las tentaciones que por boca de sus enemigos le lanzaban de que se bajase de La Cruz, Sabía de Quien se había fíado, aunque ahora estuviese un poco escondido.
Por eso, el salmista, dijo "El justo jamás vacila", el salmista pensaba en cualquier hombre justo, y, se equivocaba, El Espíritu Santo, que lo inspiraba y que hablaba por él a todos los tiempos, estaba hablando del judío Jesús de Nazaret, que creería un día en la tierra Virgen, del Seno de una Virgen judía, para unirla para siempre al Verbo de Dios, quien como el Padre también con el Espíritu inspiraba al salmista, pues los 3 son Uno, pero sólo El Verbo en el tiempo, sería El hombre justo, que no vacila.