La gran tentación del Pueblo de Dios, de La Iglesia, de todos es querer ser como los demás pueblos, como todo el mundo.
El Pueblo judío, vemos en el AT. quería ser como los demás pueblos, no sabía lo afortunado que era, por ser La Viña escogida por el Creador, ellos querían ser como todos, por eso, hacían alianzas con imperios idolatras, y, hasta muchas veces caían en el pecado de la idolatría, con daño para ellos, los imperios en los que confiaban o desaparecían porque otro más fuerte los vencía, o los tomaban como esclavos
La Iglesia no tardo en imitar sus raíces, y, aliarse con el César, y, hacer lo que no debía, como amparar el asesinato de los que no creían lo que ella creía, de perseguir a los que no pensaban como Ella, cuando su deber, era y es, exponer la Fe, no perseguir ser perseguida, aunque escandalice no se puede ocultar La Iglesia blasfemo en tiempos matando en Nombre de Dios, poniéndose del lado del Poder, cuando su deber era y es, estar con los débiles
Después dejo ese periodo oscuro, y, en apariencia se paso al lado contrario, pero mal, para atraer gente a su causa muchas veces sintió la necesidad de simular la doctrina, a veces en cosas pequeñas, nimiedades como poner el Jueves de Ascensión en Domingo
Otras más graves, tolerar el aborto, la eutanasia, que sí que hay curas que lo hacen, pero es que además La Iglesia no es sólo el clero, somos todos los bautizados, y, todos tenemos la tentación de acomodarnos al mundo, y, hacer lo que a éste le agrada
Olvidando que el mundo pasa, sólo Dios es eterno.