Nada merecemos ante Dios
Ninguno de nuestros actos, merece nada ante Dios, Dios no tiene que pagarnos por obedecer su Ley, toda la creación lo hace, somos nosotros los deudores que no tienen conque pagarle, porque todo lo que tenemos lo hemos recibido del.
Sólo merecemos castigo, por no obedecerle
Pero Dios, nos ama, y, por eso por Cristo, nos llama a Él, por los méritos de Jesús nos da la gracia de la conversión, nos perdona, nos da su gracia para conocer el bien, su Ley y obedecerla, y, nos premia por Cristo, su Hijo, Él es quien gana el Cielo para nosotros.
Todos los que están en el Cielo están por Cristo, por sus meritos, porque ante Dios ninguno merecemos nada