Padre aunque nadie me quiera, me
quieres tú
Esto que pongo en primera persona
lo puede poner cualquiera
Dice la Biblia, en un salmo
“Aunque mi padre, o mi madre me abandonen, mi Dios no me dejará”
Y, el mismo Dios dice por Isaías.
Padre aunque nadie me quiera, me quieres tú
“¿Una mujer puede olvidar su niño de teta?,
ella podrá yo no, mira en mis manos te llevo tatuado”
Por eso los que hablan de un dios
vengativo
De un dios que se complace con
desastres naturales
No tienen ni pajolera idea del
Dios verdadero, de ciencias tampoco claro esta
La prueba de que Dios nos ama, es
que existimos sin ser necesarios
A Dios no le hacemos falta para
nada
Los padres por regla general,
porque al ser seres libres hay excepciones quieren a sus hijos, buenos, o
malos, sanos o enfermos, son sus hijos, pero es que los hijos dan a los padres
el honor de ser padres. Dios ya es Padre del Verbo, un ser que es y no es, no
le da nada
Hay más los padres quieren al
hijo malo, porque es su hijo, hay padres aunque no merezcan tal nombre que
cuando les dicen que el hijo que ya existe en la madre viene enfermo lo
asesinan, tal vez sea por miedo por presiones, Dios los juzgará, pero esto no
va de aborto, sino del Amor que Dios nos tiene a cada uno
Supongamos que sin necesidad de
crimen, antes de que el hijo fuera
engendrado, al padre se le mostrará, al padre a o la madre, se le mostrará lo
que ese hijo, va ser en el futuro no sólo su salud, sino que va ser un mal
hijo, un mal hermano, hasta un terrorista. Esos padres no querrían engendrar
ese hijo
Pues bien, Dios vio lo que cada
uno iba ser, como iba pisotear sus gracias, vio lo que le iba costar a Jesús,
y, pese a ello, o precisamente por ello lo creo, nos creo
Dios nos ama tanto que nos crea
libres capaces de decirle que No, y, dándonos su apoyo para decirle que No,
pues al ser creaturas, sin su concurso, sin su ayuda no podemos hacer ni decir
nada, Dios quiere nuestro, Sí, pero respeta no se impone, nos llama suavemente
con su gracia
Primero para que digamos “Si”,
cumplamos, guardemos los mandamientos
Segundo, para que perseveremos
Sí hemos dicho que “No”, hemos
pecado, no, nos deja a nuestro aire, como criaturas volveríamos a la nada, pero
es que no, nos deja en ningún sentido, cierto que no hay inhabitación
trinitaria, en el sentido que lo describe Jn 14; pero si, la hay en el sentido
de que Dios está cuidándonos velando, y, dándonos sus gracias cada vez más
intensas para que volvamos a Casa, yéndonos a buscar, y, siempre respetando
nuestra libertad, porque el Amor si se impone no es Amor, si una persona obliga
a otra a llevar una cadena de oro, lo que le hace llevar es una cadena de
esclavo, pues Dios nos quiere libres porque nos ama, y, va usar todo
Y, hasta el último instante, ese
último instante no sabemos aun cuando es, no es desde luego, cuando el médico o
quien sea, dice, “acaba de fallecer”, aún hay un tiempo, en que el cuerpo ya es
irrecuperable al menos por ahora, por la ciencia, pero la persona aún sigue en
su cuerpo, es el momento supremo, en que Dios sigue llamando, y, que le basta
al hombre, aunque haya sido el peor criminal, decir “Te amo, quiero estar
contigo, perdóname”, para que enseguida sienta el abrazo paterno, mejor que el
hijo pródigo, un amor tan intenso, que lo purificará, o lo hará entrar
directamente en Dios, pues el Cielo es Dios
Pero el hombre sigue siendo libre
hasta ese instante supremo, y, puede rechazar a Dios, puede decir “No te amo,
no quiero estar contigo”, entonces Dios dejará de llamarle, el hombre entrará
en la eternidad de espaldas a Dios, no se ve de espaldas, no verá a Dios, no se verá a si mismo, pues solo puede verse
en Dios, vera a los otros como causante de su desgracia, se verá asi mismo,
como causante de la misma, odiará a Dios por haberlo hecho libre, y, odiará
incluso el odiar no estar en el Cielo, eso será como un fuego, peor que el
fuego, que lo atormentará, no por decisión de Dios, si no suya
¿Y, Dios habrá dejado de amarle?
No, porque no puede, es Amor, si el que está en el infierno se volviera, y,
pidiera perdón sería perdonado, pero no lo hará, porque él mismo se ha
encadenado al mal, se privó de la libertad, rechazo la salvación, ya nada se
puede hacer
Dios nos libre a todos de acabar
así. Por Él garantizado que nos libra, pidámosle por Santa María, que nos libre
de decirle que “No”