viernes, 20 de octubre de 2017

Mata al impío con la palabra de su boca




Mata al impío, porque el soplo de sus labios, el Espíritu lo convierten en otro hombre, hombre nuevo
Isaías, dice, con el soplo de sus labios matará al impío
No es una muerte física, el Soplo de Jesús, es el Espíritu Santo, así lo dice el Evangelio de juan, exhalo su aliento sobre ellos, y les dijo, “recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados, les quedan perdonados”
Cuando una persona se confiesa, aunque sea el ser más malvado, si su arrepentimiento es sincero, sobrenatural, Dios por medio del sacerdote lo perdona, arranca del, el mal que hizo, deja de ser un malvado, el malvado muere, a las palabras de la absolución, y, lo que queda es un hombre nuevo.
Pero no hay que pensar solo en la confesión, cuando uno reconoce el mal que hizo, y se arrepiente por amor a Dios, Dios lo cambia, lo convierte, es ya otra persona, incluso si no es católica, ni cristiana
Si es ateo, no puede arrepentirse por Dios, pues no lo conoce, pero puede hacerlo, por lo más próximo a Dios que es el ser humano

En cualquier caso, el hombre, o mujer malvado, que uno era muere, y surge el hombre nuevo anclado en la justicia,  hasta la próxima