domingo, 30 de julio de 2017

No había sitio para ellos




No había sitio para ellos
Y no lo hubo para Jesús que no tenía donde reclinar la cabeza
Ni para su Iglesia recién nacida que tuvo que lanzarse al mundo y meterse en las catacumbas
Ni para los que confesaban su Nombre que eran muertos
Ni para los que se oponían a la opresión, la injusticia, incluso sin conocerlo a él  “visiblemente”; es decir sin ser cristianos
Ni para su pueblo que un loco demoníaco quiso borrar del mundo, para dejar su Iglesia sin raíces y hacerla  caer
Ni la hay para muchos cristianos hoy en Corea, México, Venezuela, Oriente, que viven el Evangelio
Ni hay sitio en nuestra sociedad para los que dicen, hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, que lo dicen y lo hacen

Sigue sin haber sitio para ellos, para Jesús, y sus padres