Dios habla, es preciso, que sepa
oírlo
Habla por la conciencia bien
formada, sin interferencias
Habla por la creación
Habla por los acontecimientos de
la vida y del mundo
Habla por los buenos consejos y
ejemplos de las buenas personas, no es preciso sean de la propia Iglesia, o
cristianos, pueden hasta ser ateos
Dios habla por La Iglesia; esa
que va desde Pentecostés, hasta la Parusia, en el Magisterio ordinario, y
extraordinario, en la vida de los santos canonizados y por canonizar
En las oraciones, en la vida de
los fieles
En La Escritura
Sólo hace falta aguzar el oído,
cerrar las puertas del alma, y escuchar, guste o no, lo que nos diga