miércoles, 26 de julio de 2017

Cuál es mi "Magnificat"


Cuál es mi Magníficat
El Magnificat, es el cántico que Lucas pone en labios de María, la Madre de Jesús, pero todos tenemos nuestro propio Magnificat, negarlo no es humildad, es soberbia disfrazada, es ser desagradecidos
Dios no hizo en nosotros lo mismo que en Maria, porque cada uno es único, y, porque  María es su joya
Vamos ayudarnos con el de Maria
Glorifica mi alma al Señor
¿Doy, damos gloria a Dios con nuestra vida, o, somos causa de que haya más ateos?
Se alegra mi alma en Dios mi Salvador
¿Nos alegramos, me alegro de pertenecer a La Iglesia, de todos los medios que Dios ha puesto a mi alcance?
Porque ha mirado la humildad de su Sierva
¿Qué tal ando de humildad, de la buena?
Por eso desde ahora me felicitarán, porque el Poderoso ha hecho grandes obras en mí, o, por mi
¿Soy consciente de que todo el bien que haga, lo hace Dios en mi, y, por mi, usándome como su instrumento, o soy tan estúpida que creo que el bien es obra mía?
Su Nombre es Santo
¿Rechazo y exijo rechazo a toda blasfemia?
Su misericordia llega a sus fieles de generación, en generación
Confío en la misericordia de Dios, acudo al Sacramento del perdón
Él hace proezas con su brazo
El brazo de Dios es Jesús, es el Espíritu Santo, veo el actuar de Dios en la historia, en la Iglesia, en mi
Dispersa a los soberbios de corazón
Me creo mejor que otros
Derriba del trono a los poderosos
Estoy al lado de los que sufren de los débiles, no nacidos por ejemplo
Enaltece a los humildes
Apoyo a los pequeños, sencillos
A los hambrientos los colma de bienes
Reconozco que tengo hambre, y lo devoro en la Eucaristía, en la Biblia orante, en la oración litúrgica, personal
A los ricos los despide vacíos
O, pertenezco al grupo de los que están de vuelta de todo, lo tienen todo, porque entonces me voy a quedar vacía, sólo llena con mis tonterías
Auxilia a Israel su siervo
Amo a Israel, al pueblo judío, lo respeto, lo defiendo, amo a la Iglesia que nació del, y, está en sus raíces injertada
Acordándose de su Misericordia, conforme le había prometido a nuestro Padre Abraham, y, a su descendencia por siempre
Sé que la promesa Abraham fue también para mí, confió en la promesa de Jesús, de que no me dejara nunca sola
Por último cumplo la última parte del Magníficat estar al lado de quien me necesita, como María, con Isabel
Que Santa María ruegue por nosotros