Interpretación de la Biblia iglesia y lectura orante personal.
Hay personas que tal vez por escasa o nula formación, rehuyen el contacto con La Sagrada Escritura, porque tienen miedo de caer en la herejía, y, esto es debido a que han interpretado mal. Una cosa, “La interpretación de La Sagrada Biblia, corresponde únicamente a la Iglesia, la condena del libre examen”
Lo entienden mal, y, piensan que Los libros Sagrados del AT. Y, del NT, sólo pueden decir lo que el sacerdote dice en su homilía, cuando no es así, es más, hay homilías que tienen tanta relación con las lecturas proclamadas, como con la NASA
La Palabra de Dios, es viva y, operante, y, los laicos tenemos derecho y deber de acudir a Ella, a “escuchar lo que Dios nos dice”, lo tenemos porque somos Iglesia, no somos cristianos de 3ª, aunque durante siglos se nos trató, y, se nos quiso así.
Y, esto no anula el dogma de que su interpretación, corresponde a La Iglesia, pero la Iglesia no es la iglesia, no es el cura, ni el obispo por suelto siquiera, La Iglesia es La Comunidad que arranca en Pentecostés, y, llega a nuestros días, presidida por el Papa
Y, es que La Biblia hay que leerla con “gafas”, y, Aire fresco, el Aire del Espíritu Santo
Gafas del NT, para entender el AT, y, ver allí, lo que Dios nos dice, me dice ahora, porque en el NT, se ha revelado en Cristo, su Palabra definitiva
Gafas del AT, para entender el NT, y, ver como Dios no falla nunca
Gafas de Jesús el Cristo, para entender ambos Testamentos
Y, las Gafas de La Iglesia, Esposa de Cristo, para comprender lo todo, o para aceptarlo sin comprender
Y, aquí entra La TRADICIÓN, es decir los escritos de los Padres de La Iglesia, casi cuando no coetáneos de los autores humanos del NT
Las oraciones de la liturgia
Los Concilios ecuménicos
Y, como ayuda, Las Encíclicas, cartas pastorales, canonizaciones, beatificaciones, el Magisterio ordinario, ininterrumpido sobre una materia.
Y, ahí es donde entra la lectura creyente y orante
Un Texto del AT, nunca podrá contradecir a un Texto del NT, ni a la inversa, si hay contradicción es culpa del lector
Un Texto del AT. O del NT, nunca podrá exigir o pedir algo prohibido si es el caso del AT. En el NT, o a la inversa
Un Testo del Testamento que sea, no podrá nunca contradecir el Mensaje de Amor de Jesús, ni llevar a sentir que nos pide, hacer algo en contra
Del mismo modo, nunca podrá estar en contra de La Enseñanza de La TRADICIÓN, en cualquiera de sus vertientes, ni pedir algo contrario
Pero es que tampoco, por prudencia contra lo enseñado en Encíclicas, cartas Papales, formas de canonización…etc.
No entran en el lote las revelaciones privadas, y, menos las tonterías de cuatro chalados que se creen videntes
Lógicamente si entra el sentido común, una mujer casada, nunca puede sacar de la Biblia que debe darlo todo a los pobres, pues ella tiene una responsabilidad su familia.
Pero teniendo lo anterior en cuenta, uno puede en primer lugar abordar el estudio de La Escritura, para poder comprenderla mejor, luego invocación al Espíritu, y, a sumergirse en su Mar infinito
¿Y, cómo puede saber uno, que no se ha equivocado? No se puede saber, que no se ha interpretado fuera de La Iglesia si, pues basta el deseo, y, el sometimiento de la voluntad a su criterio
Pero además en la lectura orante, sobre todo Dios te va hablar, me va hablar a mí, a título personal, no se van a descubrir ni negar dogmas, y, teniendo en cuenta lo anterior, pues no hay problema
A veces el Texto sagrado no dirá nada, y, no pasa nada, algo aunque no lo sepamos quedará sembrado.