viernes, 2 de agosto de 2019

Fuimos elegidos para ser santos


Fuimos elegidos para ser santos
Efesios 1, 4-6

“y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo,
para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,  para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.”

Dios nos tuvo presentes en su Mente divina, toda la eternidad, antes de crearnos, soñó con nosotros. Y, nos creó para que fuésemos santos,  es decir bienaventurados, es decir felices, con la felicidad perfecta y, absoluta. En su presencia, pues fuera de Dios no hay felicidad, hay sucedáneos, nos creó para ser sus hijos adoptivos, por medio de Jesús, en realidad somos más que adoptivos, somos hijos en el Hijo, pues somos miembros de Cristo, esta es la Voluntad de Dios, lo que quiere nuestro supremo Bien, y, esto es no porque Él lo precise nosotros si lo precisamos, para que alabemos con la vida, y, con las palabras la gloria el poder de su Gracia que nos dio en su Hijo querido, en Jesús

Pues todo, nos viene por él, por Jesús, no sólo el querer obrar bien, sino el saber y poder hacerlo, no sólo el reconocer el pecado, sino el saber reconocerlo, no sólo el pedir perdón, sino el querer pedirlo, y, hacerlo de corazón, todo, todo nos viene por Jesús, el Hijo de Dios, nuestro Hermano mayor