El mundo herido necesita la caricia de Dios
Y, esa caricia Dios ha decidido hacerla por medio de nosotros que somos sus Manos, sus Pies, sus Labios, su Corazón, su Boca
Nosotros tenemos que hablar y mostrar con la vida un Dios Amor y Misericordia, van unidos
Tenemos que saciar a todo tipo de hambrientos con los bienes que Dios nos da para todos
Poner al ser humano en el centro de todo, recordar a los hombres que Dios los ama a todos, no sabe hacer otra cosa