Dios golpea sin cesar las puertas de nuestro corazón, siempre está deseoso de entrar, si no entra la culpa es nuestra. San Ambrosio
Es decir Dios siempre nos busca, quiere nuestra compañía, en realidad, Él esta siempre con nosotros, pero nosotros no siempre estamos con Él, a veces andamos perdidos, y, Dios esta ahí, llamándonos a su amistad, lo hace por la voz de nuestra conciencia, de La Iglesia, la vida de los santos, canonizados, y, sin canonizar, por la creación los otros seres creados, La Escritura
A veces tiene que permitir el dolor, que como decía una película basada en una novela de un autor inglés, “tierra de penumbras”, C. Lewis
“el dolor es el grito de Dios para despertar al mundo que duerme”