jueves, 31 de agosto de 2017

Nunca te conocemos, Señor



Nunca te conocemos Señor, siempre nos sorprendes
Nunca conocemos a Dios, algunos piensan que en la eternidad si, eso es limitar mucho a Dios
Entonces si escogemos la eternidad adecuada, conoceremos a Dios en la Santa Humanidad de Jesús, y, en él nos conoceremos a nosotros, ahora tampoco nos conocemos
Pero sin ir tan lejos, Dios siempre nos sorprende, no cambia, es siempre él mismo, “El que es”; pero nosotros cada uno, se hace su imagen, también la Biblia, lo pinta, como guerrero, como león que ruge…
Y, Dios siempre sorprende, nunca sigue nuestras ordenes
Nuestros pasos
Nunca nos da lo que pedimos, somos muy chicos, y no sabemos pedir
Nos da lo que necesitamos
Aunque le armemos pataleta
Nos habla cuando quiere
Puedes tomar la Biblia, releer un pasaje 3, 4 veces, y, si hay frases que suenan bien, en cualquier libro, pero no te dicen nada, no te inquietan
Y, un día, paseando por un parque, viendo una película, sin saber porque, trae a tu cabeza aquel texto, y, entonces te interpela, o te felicita, o te reprende, te habla, cuando él quiere
Estas en una homilía, en una conferencia, a los demás le comunica a ti, nada, un día como en el caso anterior
Te asalta y te habla por desconocidos, por series y películas que no tienen nada que ver con la religión
Elías lo esperaba en el huracán, Elías era un chico majo, y, como a todos esperaba un Dios a lo grandote
Pero Dios vino a él en la brisa suave

Porque a nuestro Dios le gusta lo pequeño para sorprender, para que apenas se le note