Nunca te conocemos Señor, siempre
nos sorprendes
Nunca conocemos a Dios, algunos
piensan que en la eternidad si, eso es limitar mucho a Dios
Entonces si escogemos la
eternidad adecuada, conoceremos a Dios en la Santa Humanidad de Jesús, y, en él
nos conoceremos a nosotros, ahora tampoco nos conocemos
Pero sin ir tan lejos, Dios
siempre nos sorprende, no cambia, es siempre él mismo, “El que es”; pero
nosotros cada uno, se hace su imagen, también la Biblia, lo pinta, como
guerrero, como león que ruge…
Y, Dios siempre sorprende, nunca
sigue nuestras ordenes
Nuestros pasos
Nunca nos da lo que pedimos,
somos muy chicos, y no sabemos pedir
Nos da lo que necesitamos
Aunque le armemos pataleta
Nos habla cuando quiere
Puedes tomar la Biblia, releer un
pasaje 3, 4 veces, y, si hay frases que suenan bien, en cualquier libro, pero
no te dicen nada, no te inquietan
Y, un día, paseando por un
parque, viendo una película, sin saber porque, trae a tu cabeza aquel texto, y,
entonces te interpela, o te felicita, o te reprende, te habla, cuando él quiere
Estas en una homilía, en una
conferencia, a los demás le comunica a ti, nada, un día como en el caso
anterior
Te asalta y te habla por
desconocidos, por series y películas que no tienen nada que ver con la religión
Elías lo esperaba en el huracán, Elías
era un chico majo, y, como a todos esperaba un Dios a lo grandote
Pero Dios vino a él en la brisa
suave
Porque a nuestro Dios le gusta lo
pequeño para sorprender, para que apenas se le note