martes, 29 de agosto de 2017

Ante Jesús lo importante es el Amor



Ante Jesús, lo importante es el Amor
Ante Jesús, no importan las  devociones, el número de misas, rosarios, novenas
No importan las limosnas, así, la monedita dejada caer, ni el carro de 300 €
No importan  las oraciones y el estudio de la Biblia
El ser miembro de este o aquel grupo
Las velas ante el Sagrario
Las procesiones
Las peregrinaciones
Nada de eso, es importante ante Jesús, no digo que sea malo, es buenísimo, pero a él no le importa
A Jesús le importa el Amor
Si el Amor con mayúscula, el dejarse amar por Dios, porque a veces no, nos dejamos amar por Dios,  y, hay que dejarse amar por Dios, porque Dios es Amor, y, para que nos llené su Amor, su Espíritu Santo, que es el Amor vivo, de Jesús, y su Papá; y, con ese Amor podamos amarnos a nosotros en primer lugar, y, después con Dios, y, por Dios a los demás
Y, para eso, para dejarnos amar, si somos cristianos, precisamos el orar y el estudiar la Biblia, donde él se nos revela
Necesitamos si tenemos la suerte de además de ser cristianos ser católicos, el estar con él que está en el Sagrario
Necesitamos que  nos perdone, porque le encanta, y, por eso precisamos la confesión, los sacramentos
Y, algunos o la mayoría, necesitaran para que él pueda amarlos, ser miembros de, o colaborar con, o ser del montón
Ir a procesiones, o no ir
Peregrinar, o simplemente ir a Misa
Pero no para ir, como el ramo que se lleva a la imagen, si no para ser parte de ella, de la Misa
“mi abuela contaba una historia, de un hombre que iba vendiendo cántaros de barro, y, afilando cuchillos, entonces se le soltó, no recuerdo ahora él que, de la rueda de afilar, se detuvo, y vio que había 3 hombres clavados en unas cruces, oyó voces, contra uno, pero él detuvo el burro, se apeó, y, se puso, arreglar su rueda de afilar, bajaron a uno de los hombres, lo cubrieron con una sábana, pero él siguió a lo suyo, y se fue, al cabo de un tiempo no muy largo, murió, llego al Cielo, y estaba San Miguel, San Pedro por aquel entonces estaba de Papa en Roma; él Arcángel lo examino, y, bueno los había peores, entonces le pregunto, si recordaba lo sucedido aquel día en el monte Calvario, cuando se había detenido arreglar su rueda de afilar, y, él respondió,  “sé que estaban ajusticiando a tres hombres, luego que bajaron a uno muerto envuelto, creo que en una sábana, pero no hice caso, yo estaba a lo mío, me había detenido para arreglar la rueda, lo otro no tenía que ver conmigo”, y, el arcángel lo mando al purgatorio; mi abuela, acababa diciendo, eso mismo es lo que hacemos cuando en la Misa, no estamos atentos. Vamos cuando estamos a  nuestras cosas, y, nuestras cosas es también el rosario, cuando no es hora de venerar a María, si no de adorar a Dios
Y, luego ese Amor de Dios vertido en nosotros, nos llevará a vernos como lo que somos imágenes e hijos de Dios; y, defenderemos por ello nuestra dignidad, nuestros derechos, no, nos dejaremos pisotear, pero si tenemos que elegir entre ser pisoteados o negarle a él no dudaremos
Y, por ello, lo veremos en los demás los defenderemos, compartiremos lo mucho, o poco que tengamos, bienes espirituales y materiales
Eso es lo que quiere Jesús
Dejarnos amar, y amar
Porque a él sólo le importa el Amor