Todos dependemos en todo,
unos de otros
Y, esto a todos los niveles, el
ser humano es un ser dependiente de su misma especie, puede estar un tiempo
solo sin contacto humano, aparente, pero si este se prolongase demasiado
sucedería la locura
Los animales acompañan, pero no
son compañía, y no lo son, porque aún siendo criaturas igual que nosotros, hay
un salto, de unos a otros, un perro, o un gato pueden estar tristes si te ven
triste, o alegres si te ven alegre, pero nunca diferenciaran si estas triste
por una película, porque perdió tu equipo, o porque se te ha muerto alguien, lo
mismo vale para la alegría
No pueden aconsejar, ni reprender
Esta es una de las primeras
enseñanzas de la Biblia, Dios hace pasar ante el hombre a todos los seres vivos,
y, no hay ninguno semejante a él, y, entonces Dios que ha decidido que no es
bueno que el hombre este solo, crea otro ser humano, en este caso la mujer
Y, desde entonces dependemos de
los demás, y los demás de nosotros
Nacemos de unos seres humanos, que
nos crian educan y transmiten la primera fe
Otros seres humanos sacerdotes,
educadores, maestros formadores, dan
forma a nuestra mente, nuestra inteligencia,
nuestra fe
Otros cuidan nuestra salud
Dependemos de los que cultivan la
tierra
De los que conducen el transporte
Y, tras la salida de este mundo
seguimos dependiendo
Si hemos aterrizado en el Cielo,
de los que glorifiquen a Dios por haber tenido misericordia de nosotros
Si optamos por el salón de
belleza, del Purgatorio, dependemos de los de la tierra, y de los del Cielo
En el único sitio que no se
depende de nadie, ni nadie depende de uno, porque solo hay odio y egoísmo es el
Infierno
Pero en el Cielo, en la tierra,
en el purgatorio dependemos unos de otros, y todos juntos de Cristo, a esto se
le llama Comunión de los Santos, los no creyentes que sólo lo conocen a medias
lo llaman, “Solidaridad”
Es tan importante que el 2º
precepto que resume la Tora, el Decálogo, es este, “Amar al prójimo como a ti
mismo”, porque al amar al otro, te estas amando tú mismo”