Seguir a Jesús exige soltar lo
que me impide correr hacia él
Lucas nos cuenta en su evangelio;
que cuando el ciego Bartimeo, consigue por fin,
que le dejen acercarse a Jesús, su manto se lo impide, entonces él
suelta el manto y corre hacia él
Soltar el manto, para ir a Jesús
y ver; no es una acción física, aunque puede serlo también
Es dejar atrás romper con lo que
me ata, nos ata a la situación de pecado, que no tiene porque ser mortal
A veces serán las riquezas, el
excesivo bienestar
Otras serán los prejuicios
Otras el excesivo racionamiento,
por eso, Jesús dice que hay que ser niños, el pretender que Dios solo puede
hacer lo que yo entienda es ser imbécil
Otras el confundir tradiciones, y
hasta leyendas con La Tradición viva
Otras el confundir el amor a la
familia, educadores, con el debido a sus personas, y, pensar que lo que decía
la abuelita es infalible
Otras es dejar de sentirse el no
va más
A veces será un amigo, una
lectura, un libro, hasta un grupo religioso, que nos parecía bueno, y, lo será
pero que impide nuestro crecimiento espiritual, nuestro poder ir a Jesús
Pero ojo, lo que nunca tendremos
que dejar son las personas
Es decir la oración, el cuidado,
la ayuda si la precisan sigue
Pero todo lo que me impida ir a
Jesús libremente, hay que soltarlo