sábado, 5 de agosto de 2017

De dónde vengo, de dónde venimos



De donde vengo, dónde estoy, a dónde voy, que voy a llevar conmigo
De dónde vengo;  de mis padres, y de los suyos así hasta llegar a los primeros humanos, pero vengo de Dios, porque es Dios quien me ha creado quien ha formado mi cuerpo en el útero materno, mi padre, todos los padres sólo colaboran, depositando en la mujer sus espermatozoides, no tienen que tener intención de que haya hijo, ni saber dónde está el hígado del hijo, son instrumentos de Dios para transmitir la vida
De donde vengo lo sé
A dónde voy
Porque aquí no me voy a quedar, si no fuese a ningún lado, y todo acabase en la tumba, sería para pegarse un tiro, entiendo que un ateo se suicide, no sé cómo Hawking no lo ha hecho todavía, será que es un embustero, y si cree algo, o duda de su increencia
Pero sigo con mi pregunta, a mí misma
A dónde voy, a repetir curso,  “reencarnación”
No, sería injusto, para que eso fuera cierto, la persona tendría que conocer su vida anterior, y, para ser justa de todo, tendría que tener la misma vida, para repararla
No, yo, siempre seré yo, por algo soy imagen del que Es, y, aunque yo soy la que no soy; hay algo en mí que permanece mi “yo”
Por lo tanto, no me voy a reencarnar,  voy a seguir siendo yo, con cuerpo glorioso o maldito, pero yo
Cielo o infierno es mi destino
Y, eso el Cielo, lo recibo de Dios, directamente, por Jesús, el infierno lo elijo, yo, cuando con mi vida, digo, No, a la salvación ofrecida en Jesús
Y, a ese Cielo, no voy a llevar nada, porque nada tengo, entro en el Cielo, si entro por los méritos de Jesús, por lo tanto todo el bien hecho es suyo, sólo he sido su instrumento, como nacen los niños desnudos
Pero si al final opto por el infierno, y, no rectifico, en el infierno si entraré con muchas cosas, con los pecados capitales, y sus hijos los pecados cometidos, con todas mis malas acciones, con todo el mal hecho y el bien no hecho, que  es el peor mal
Desde luego, ni belleza física, ni riquezas, irán a ningún sitio, los amigos si lo seguirán siendo en el Cielo, en el Infierno no, porque donde hay odio, no hay amor,  y la amistad se nutre del amor fraterno