domingo, 13 de agosto de 2017

Sin La Eucaristía, La Escritura es puro papel



Sin la Eucaristía, la Escritura se queda en nada, en puro papel
Pensemos por un  momento en el episodio de Emaús; los discípulos han oído la explicación de La Escritura, su corazón ha latido acelerado, pero al llegar a la esquina, “el extranjero”, se despide, tras desearles buen camino
Ellos seguramente durante un tiempo, habrían reflexionado sobre lo que “el extranjero”, les había dicho, pero poco a poco su racionalismo, lo habría descartado

Pues con esto es lo mismo, la lectura, la oración bíblica, es “el extranjero”: Jesús que sin conocer todavía encontramos en el Camino de la vida, nos alegra, nos fortalece, si, pero sí no lo recibimos en La Eucaristía, si no lo adoramos en el Pan y el Vino, pronto, La Escritura no será más que una colección de libros de otro tiempo, y, poco a poco empezaremos primero con la crítica, luego con el rechazo, o, peor con la indiferencia, ya no, nos dirá nada, será palabra, letra muerta, porque La Palabra es Jesús, y, hace falta no sólo leerla, también comerla