La Duda. Película de Benito
Perojo
En realidad es otro de los muchos
remakes, o repeticiones, adaptaciones que se hicieron de la novela el Abuelo,
de Pío Baroja
La película con unos personajes
entrañables, incluso aquellos malvados, que en el fondo lo son por las
circunstancias
Narra la historia de un noble
asturiano vasco, Marques, Conde pero arruinado económicamente que solo puede
dejar como herencia sus títulos nobiliarios
Títulos que han de pasar a su
nieta, a su verdadera nieta, pues descubre gracias a una carta que su hijo no
llego a mandar a su esposa, que una de las niñas es fruto del adulterio
Por todos los medios intentará
averiguar quién es
En un principio las dos, lo
quieren igual
Pero hay una, que tiene unas
delicadezas con él que no tiene la otra hermana
Es la misma que sueña con su
padre, que viene a verlas a las dos, la otra hermana, sueña que la viene ver a
ella sola
Por si fuera poco, la pequeña que
tiene las delicadezas, pinta de maravilla, como un pintor que fue amante de su
madre
En todo esto tratan de encerrarlo
en un convento, pero no lo permite, al fin logra que su nuera, por medio de su
confesor le revele quien es su verdadera nieta, justo es la que él pensaba la
que tiene menos delicadezas, la que no pinta, la que le aconseja se quede con
los monjes
Mientras que la otra, quiere y se
queda a vivir con él, no le importa pasar estrecheces lo quiere porque es su
abuelo, entonces se da cuenta que es su verdadera nieta que la sangre, los
títulos son una tontería, y, le dice a
su amigo el maestro que los títulos nobiliarios, la nobleza de cuna, es estiércol
de estiércol, le pregunta qué opina de los señoríos, y el maestro, hombre
humilde responde, yo, nada, como el Evangelio no habla de eso, y los 3 juntos
abuela no de sangre si de alma, abuelo y maestro caminan a la orilla de la
playa
La sangre no crea afectos, los
crea el amor, el corazón, el alma, uno no es de aquellos con los que comparte
genes, si no de aquellos con quien comparte el amor, el afecto, a veces se
puede elegir la familia
Si el Evangelio no habla de
títulos nobiliarios es que son basura