jueves, 10 de agosto de 2017

La Duda película



La Duda. Película de Benito Perojo
En realidad es otro de los muchos remakes, o repeticiones, adaptaciones que se hicieron de la novela el Abuelo, de Pío Baroja
La película con unos personajes entrañables, incluso aquellos malvados, que en el fondo lo son por las circunstancias
Narra la historia de un noble asturiano vasco, Marques, Conde pero arruinado económicamente que solo puede dejar como herencia sus títulos nobiliarios
Títulos que han de pasar a su nieta, a su verdadera nieta, pues descubre gracias a una carta que su hijo no llego a mandar a su esposa, que una de las niñas es fruto del adulterio
Por todos los medios intentará averiguar quién es
En un principio las dos, lo quieren igual
Pero hay una, que tiene unas delicadezas con él que no tiene la otra hermana
Es la misma que sueña con su padre, que viene a verlas a las dos, la otra hermana, sueña que la viene ver a ella sola
Por si fuera poco, la pequeña que tiene las delicadezas, pinta de maravilla, como un pintor que fue amante de su madre
En todo esto tratan de encerrarlo en un convento, pero no lo permite, al fin logra que su nuera, por medio de su confesor le revele quien es su verdadera nieta, justo es la que él pensaba la que tiene menos delicadezas, la que no pinta, la que le aconseja se quede con los monjes
Mientras que la otra, quiere y se queda a vivir con él, no le importa pasar estrecheces lo quiere porque es su abuelo, entonces se da cuenta que es su verdadera nieta que la sangre, los títulos son una tontería,  y, le dice a su amigo el maestro que los títulos nobiliarios, la nobleza de cuna, es estiércol de estiércol, le pregunta qué opina de los señoríos, y el maestro, hombre humilde responde, yo, nada, como el Evangelio no habla de eso, y los 3 juntos abuela no de sangre si de alma, abuelo y maestro caminan a la orilla de la playa
La sangre no crea afectos, los crea el amor, el corazón, el alma, uno no es de aquellos con los que comparte genes, si no de aquellos con quien comparte el amor, el afecto, a veces se puede elegir la familia

Si el Evangelio no habla de títulos nobiliarios es que son basura