jueves, 31 de agosto de 2017

Nunca te conocemos, Señor



Nunca te conocemos Señor, siempre nos sorprendes
Nunca conocemos a Dios, algunos piensan que en la eternidad si, eso es limitar mucho a Dios
Entonces si escogemos la eternidad adecuada, conoceremos a Dios en la Santa Humanidad de Jesús, y, en él nos conoceremos a nosotros, ahora tampoco nos conocemos
Pero sin ir tan lejos, Dios siempre nos sorprende, no cambia, es siempre él mismo, “El que es”; pero nosotros cada uno, se hace su imagen, también la Biblia, lo pinta, como guerrero, como león que ruge…
Y, Dios siempre sorprende, nunca sigue nuestras ordenes
Nuestros pasos
Nunca nos da lo que pedimos, somos muy chicos, y no sabemos pedir
Nos da lo que necesitamos
Aunque le armemos pataleta
Nos habla cuando quiere
Puedes tomar la Biblia, releer un pasaje 3, 4 veces, y, si hay frases que suenan bien, en cualquier libro, pero no te dicen nada, no te inquietan
Y, un día, paseando por un parque, viendo una película, sin saber porque, trae a tu cabeza aquel texto, y, entonces te interpela, o te felicita, o te reprende, te habla, cuando él quiere
Estas en una homilía, en una conferencia, a los demás le comunica a ti, nada, un día como en el caso anterior
Te asalta y te habla por desconocidos, por series y películas que no tienen nada que ver con la religión
Elías lo esperaba en el huracán, Elías era un chico majo, y, como a todos esperaba un Dios a lo grandote
Pero Dios vino a él en la brisa suave

Porque a nuestro Dios le gusta lo pequeño para sorprender, para que apenas se le note

Nuestro Dios



Nuestro Dios, resulta que no es nuestro dios, nuestro Dios, es Él que se nos da cada día en sorpresa, alegría y dolor
Cada uno, yo, tú todos a lo mejor hay alguno que tenía que estar ya canonizado que no
Pero el resto, todos, sin hacerlo adrede, tenemos nuestro dios, que le llamamos como si fuera Dios, pero es nuestro ídolo particular, al que como todo ídolo, manejamos, llevamos, usamos como máquina tragaperras, lo tenemos de empleado, para deshacer entuertos, arreglarnos hasta el grifo, le echamos la culpa de todo lo malo, lo bueno no, eso no es obra suya, lo malo tampoco, como todos los ídolos no vale para nada
Pero Dios el de verdad, el de Israel, no, nos deja, volveríamos a la nada, y, nos sorprende cada día, en la alegría, y en el dolor, ambos forman parte de la vida


Quiero estar contigo, Señor




Quiero estar contigo, Señor
Porque sin Ti es el infierno, ya en este mundo
Porque Tú eres el Único que estas, y que eres siempre el mismo
Porque tú, me quisiste antes de que fuese sabiendo cómo sería
Porque creaste todo para mí, si todo
Porque te hiciste hombre por mí
Porque moriste por mí
Porque te haces pan y vino por mí
Porque sin Ti, no puedo ni respirar
Ni existir
Porque sin Ti, todo lo hago mal
Porque te amo

Y te amo, porque Tú me amas

martes, 29 de agosto de 2017

Ante Jesús lo importante es el Amor



Ante Jesús, lo importante es el Amor
Ante Jesús, no importan las  devociones, el número de misas, rosarios, novenas
No importan las limosnas, así, la monedita dejada caer, ni el carro de 300 €
No importan  las oraciones y el estudio de la Biblia
El ser miembro de este o aquel grupo
Las velas ante el Sagrario
Las procesiones
Las peregrinaciones
Nada de eso, es importante ante Jesús, no digo que sea malo, es buenísimo, pero a él no le importa
A Jesús le importa el Amor
Si el Amor con mayúscula, el dejarse amar por Dios, porque a veces no, nos dejamos amar por Dios,  y, hay que dejarse amar por Dios, porque Dios es Amor, y, para que nos llené su Amor, su Espíritu Santo, que es el Amor vivo, de Jesús, y su Papá; y, con ese Amor podamos amarnos a nosotros en primer lugar, y, después con Dios, y, por Dios a los demás
Y, para eso, para dejarnos amar, si somos cristianos, precisamos el orar y el estudiar la Biblia, donde él se nos revela
Necesitamos si tenemos la suerte de además de ser cristianos ser católicos, el estar con él que está en el Sagrario
Necesitamos que  nos perdone, porque le encanta, y, por eso precisamos la confesión, los sacramentos
Y, algunos o la mayoría, necesitaran para que él pueda amarlos, ser miembros de, o colaborar con, o ser del montón
Ir a procesiones, o no ir
Peregrinar, o simplemente ir a Misa
Pero no para ir, como el ramo que se lleva a la imagen, si no para ser parte de ella, de la Misa
“mi abuela contaba una historia, de un hombre que iba vendiendo cántaros de barro, y, afilando cuchillos, entonces se le soltó, no recuerdo ahora él que, de la rueda de afilar, se detuvo, y vio que había 3 hombres clavados en unas cruces, oyó voces, contra uno, pero él detuvo el burro, se apeó, y, se puso, arreglar su rueda de afilar, bajaron a uno de los hombres, lo cubrieron con una sábana, pero él siguió a lo suyo, y se fue, al cabo de un tiempo no muy largo, murió, llego al Cielo, y estaba San Miguel, San Pedro por aquel entonces estaba de Papa en Roma; él Arcángel lo examino, y, bueno los había peores, entonces le pregunto, si recordaba lo sucedido aquel día en el monte Calvario, cuando se había detenido arreglar su rueda de afilar, y, él respondió,  “sé que estaban ajusticiando a tres hombres, luego que bajaron a uno muerto envuelto, creo que en una sábana, pero no hice caso, yo estaba a lo mío, me había detenido para arreglar la rueda, lo otro no tenía que ver conmigo”, y, el arcángel lo mando al purgatorio; mi abuela, acababa diciendo, eso mismo es lo que hacemos cuando en la Misa, no estamos atentos. Vamos cuando estamos a  nuestras cosas, y, nuestras cosas es también el rosario, cuando no es hora de venerar a María, si no de adorar a Dios
Y, luego ese Amor de Dios vertido en nosotros, nos llevará a vernos como lo que somos imágenes e hijos de Dios; y, defenderemos por ello nuestra dignidad, nuestros derechos, no, nos dejaremos pisotear, pero si tenemos que elegir entre ser pisoteados o negarle a él no dudaremos
Y, por ello, lo veremos en los demás los defenderemos, compartiremos lo mucho, o poco que tengamos, bienes espirituales y materiales
Eso es lo que quiere Jesús
Dejarnos amar, y amar
Porque a él sólo le importa el Amor


La Fe no es éxtasis es Camino

La  fe no es éxtasis es camino
Aunque muchos místicos lo hayan experimentado, la fe no consiste en eso, en ver angelitos, ni oír músicas celestiales
La Fe es Camino, es andar de la Mano de La Iglesia, de la Mano de Jesús, y de la Mano de todos los que nos precedieron en la vida
Con los ojos puestos, como dice, “Hebreos”, en Jesús que es el Faro, La Luz Verdadera, que nos ilumina y nos lleva al Padre
El Camino el hacer su Voluntad
Y, todos los que llegaron a la Meta, que es el Padre, lo han hecho, no por haber tenido experiencias de ningún tipo
De hecho estas pueden ser producidas también por el diablo, y, por la mente enferma
Santa Teresa, no es ahora santa, por sus experiencias sobrenaturales, sino por su amor a Dios, por haber sido fiel a  Jesús
Y, Santa Teresita, o Teresa de Lisieux, que no tuvo jamás experiencias místicas, si de fe, que no hay que confundir, goza con ella del mismo Cielo
Si la fe dependiera de dichas experiencias Dios sería injusto, porque esto no depende de nosotros, la fe podemos decir que tampoco pero una vez que Dios la concede si depende de uno, el someter la inteligencia y la voluntad o no
Por otro lado también sería injusto, porque es muy fácil algo que te dan, estar levitando, viendo “Cielos hipotéticos, y, cualquier otra cosa por el estilo”, pero tratar de ser cristiano cada día, en un mundo donde cada vez lo son menos personas, creer en La Iglesia, pese a los fallos que vez en ella, etc., luchar contra el mal, y, caer en él, eso es mucho más difícil
Decía un viejo folleto hace años leído
Si cuando estás haciendo oración tienes una experiencia sobrenatural, y, ves a los 7 arcángeles a tu lado tocando el arpa, o, la lira, tu como si nada, tú sigue con tu oración,  y, termina cuando tengas dispuesto terminar, ni un minuto más, ni un minuto después
¿Y, los arcángeles? Posiblemente sean producto de tu mente cansada, o una falsa imagen formada por juego de luces y objetos
También es posible que sufras stress, si se repite esa o alguna parecida, visita al médico
Y, hasta puede ser engaño diabólico
¿Y, si de verdad eran los arcángeles?
Bien admitiendo que así fuera. ¿Dejarais de hablar con el rey, para hacerlo con uno de sus criados?
Si lo fuese los arcángeles estarían para protegerte y recoger tu oración, si algo extraordinario, hubieran de comunicarte lo harían por mucho que no los esperases. Pero ese tiempo ha pasado, ahora Dios usa salvo excepciones muy especiales otros medios, de cualquier modo, tú el primer consejo
Porque si, interrumpes tu oración, es posible que los arcángeles no te digan nada, y se esfumen, por eso, porque era producto de tu mente
O, que te digan lo que tú quieres oír, o, algo malo, por ser producto de tu mente, o, engaño del diablo
Y, el peligro no acaba ahí, es posible, que tanto si “te hablan”, como si se esfuman sin hablar, tú pretendas la misma experiencia, en situación similar, y, si no la tienes, o no la tienes todos los días termines o por creerte que tú eres el 8º arcángel, o, que no existen las dos cosas peligrosas

Ah sí, que nada de interrumpir ni el rezo ni la oración por unos ángeles de más o de menos. Sólo se interrumpe por ayudar al prójimo, y eso no es interrumpir

Por mucho que peque




Por mucho que peque me sigues queriendo
Dios eres genial; como te han calumniado, eso sí no lo hicieron con mala idea, los devocionarios, hasta leído a lo bruto la propia Biblia, que tú quieres a los buenos
Si así fuera, los malos no existiríamos no, nos hubieras creado
Y, no solo nos creaste enviaste a tu Hijo, para que se hiciese hombre, nos hablase de tu Amor, y, diese su vida por nosotros en La Cruz
Tú, no dejas de quererme por mis pecados, me sigues queriendo igual, soy yo, la que me escondo y me escapo de Ti, Padre, como, Adán y Eva en el Paraíso
Búscame Padre, búscanos a tus hijos no dejes que ninguno quede fuera

Gracias Padre

lunes, 28 de agosto de 2017

Cultivar la amistad con Jesús


Cultivar la amistad con Jesús
Es tratarlo
Hablar con él, y escucharlo en La Escritura
En la Voz de la Iglesia, que es viva y actual, Concilios, Sínodos, oraciones litúrgicas, alocuciones papales
Vidas de las buenas gentes
La naturaleza
“comerlo”; en La Eucaristía
Acogerlo en el otro, el pobre, el refugiado, siempre en el débil
Y, no tiene nada que ver, con sentir desgana, cansancio espiritual, noche oscura, o clara
Ni por la sensibilidad tonta, ante imágenes o películas mientras no, nos importa el Jesús real, que sufre en los hombres
Y, esto es sólo el comienzo



El Magníficat es el Evangelio, La Buena Nueva




El Magníficat es el evangelio, no de lo que yo hago, si no de lo que Dios hace por mí
Se dice que, “El cantar de los cantares es toda la Biblia”; pues lo mismo del Magníficat
Que no es una oración mariana, sino un canto de alabanza a Dios, que enlaza con el canto de Ana, la madre de Samuel
María, y, posiblemente no de golpe, sino con su vida, y, en varias etapas de la misma, como no al ver a su pariente Isabel, prorrumpe en un cántico de alabanza a Dios, María no alaba a Dios, por ser ella especial, de ser asi, sería lo mismo, que la oración del fariseo
El Magníficat, es Evangelio, esto es buena noticia, primero el de María, el de Jesús, el de José, que lo tienen aunque no haya texto
Luego él de cada uno
Decía una religiosa, pero eso no es soberbia
No, sería soberbia, creerse únicos, pensar que todo procede de nosotros, pero hay también otra soberbia, la soberbia avariciosa, del que dice que no ha recibido nada, para no dar ni compartir nada
Todos podemos hacer nuestras de nuestra miseria, este cantico y hacerlo buena Noticia, noticia de salvación evangelio
Porque Dios vio nuestra miseria y nos adoptó por hijos
Porque hemos sido salvados
Porque lo bueno que hacemos mucho o poco, que será lo que perduré es Él quien lo hace
Será siempre imperfecto, hasta llegar de la mano de María a su Magníficat en la eternidad



Mi Dios no es el dios de Platón



Mi Dios no es el dios de Platón
No tengo nada contra el filósofo Dios lo tenga en su gloria, pero lo siento mucho, 
 Santo Tomás de Aquino,  mi Dios no es el suyo
De hecho yo no podría amar al dios de Platón, porque para mí ese dios no pasa de ser un elemento más del universo, sólo que eterno
El motor inmóvil
La causa incausada
El incontingente
La idea perfecta
A eso, se le podrá tener miedo, amarlo no
Yo amo al Dios de la Biblia, de la Iglesia, el Abba de Jesús
El Dios que como a Abraham te llama a salir de ti mismo
El Dios que te dice, que eres lo más grande, “porque eres su imagen”
El Dios que formó a cada  uno, en el seno materno
El que cuida de todos, hasta de los gorriones
El que te dice que su Nombre, es Yhv, “Yo soy el que soy”; es decir, “El que esta”
Él que nunca va cambiar, y siempre va estar conmigo, contigo, porque aunque mi padre y mi madre me dejen, él no, en sus manos nos lleva tatuados”
Él que te quiere tanto, me quiere tanto, que se hizo niño embrión, niño feto, niño bebe, hombre campesino, rabino judío itinerante, ajusticiado en una Cruz, como un maldito para que nosotros fuésemos benditos
Él que hecho hombre para siempre, se queda en un poco de pan y un poco de vino, para ser alimento
Él que nos dice, que estará con nosotros para siempre, porque su Nombre, es Enmanuel, “Dios con nosotros”, que es otra forma de repetirnos, lo que nos dijo, cuando nos rebeló su Nombre de Yhv
Él que podemos llamar Abba, Papá, Jesús, hermano, Señor, Amigo
El Dios Uno y Trino, el Dios de los cristianos, pero que en su Unidad Santísima adoran con nosotros judíos y musulmanes, no los satánicos yihadistas, esos no adoran a Dios, adoran a satán
Este Dios el Único, el Uno y Trino es mi Dios, el de los filósofos, el explica causas se lo dejo para Platón, ahora tampoco ahora espero que también él por Jesús, este disfrutando del verdadero Dios



Encontramos a Dios para buscarlo con más avidez. San Agustín



“Encontramos a Dios para buscarlo con más avidez” Agustín
Porque cuando encuentras a Dios, si no es un ídolo, descubres que no lo has encontrado, porque Dios es siempre el Otro, entonces lo que has descubierto es tu sed del, y, tienes que salir a buscarlo corriendo, porque sin él no tienes nada, y, lo buscas como el sediento el agua, y te dices, ya esta, Dios mío te encontré, pero luego ves que se te ha escapado, y, vuelves con más sed a buscarlo

Y, si un día, uno se dice, ya esta, aquí lo tengo, no más búsqueda, o esta ya en el Cielo, o, su dios es un ídolo

Como cristiana no puedo tolerar burlas....



Como cristiana no puedo tolerar burlas a Tu Ley
No se trata de imponer, de ser intolerante, de no aceptar que los demás tienen su conciencia, su fe, su religión, o su carencia.
Se trata de que siendo como soy hija de Dios, no puedo consentir que nadie se burle de la Iglesia, de la Fe, de la Biblia, de mis símbolos sagrados, menos de la Persona de Jesús en La Eucaristía
Pero tampoco que se quiera imponer a todos el modo de ver la vida desde un punto de vista ateo, inmoral, y, que se insulte a quienes enseñan La Verdad
Y, no es por mi, es por Dios, que no necesita mi defensa, pero como soy su hija, me duele, y me ofende
Las exposiciones blasfemas etc

Y, no digo respeten mi Fe, exijo respeten mi Fe, malditos

El Mal existe es real




El mal existe es real
El Mal con mayúscula, no es infinito, ni absoluto, porque es criatura, criatura que se hizo a sí misma, fue buena, fue ángel de luz, serafín,  pero opto por la oscuridad, por la tiniebla, el Mal es Satan, Lucifer, y existe, es él quien está detrás de bambalinas de todos los males del mundo
De las leyes impías
Del terrorismo religioso
De las blasfemias
De los crímenes dentro de la familia y contra la familia
De los genocidios
De las tiranías
De la explotación del hombre por el hombre
De que el ser humano se crea Dios
También detrás del mal físico aunque no sea el peor, porque siempre directa o indirectamente tiene  su origen en el mal moral
Por eso, solo con Dios, con la oración unidos a Jesús venceremos a satán, venceremos el Mal que ya está herido de muerte

Los seres humanos que hacemos el mal sólo somos sus víctimas

miércoles, 23 de agosto de 2017

Jesús no nació ignorante, ni con malicia



Jesús no nació  ignorante ni con malicia, pero si imperfecto y desconocedor, o no sería hombre
El Concilio de Calcedonia, condeno el eutiquismo, una herejía que decía que en La Encarnación del Verbo se habían juntado las dos naturalezas, fundiéndose en la divina
Pero no, El Verbo se hizo hombre, y hombre de verdad igual a nosotros en todo, excepto en el pecado, que es un pegote que nos pusimos nosotros, no Dios
Jesús tuvo enfermedades propias de la infancia, el mismo Isaías lo recuerda.
no tuvo ciencia infusa, pero no fue un ignorante, porque la ignorancia, no el
desconocimiento procede del pecado y lleva al mismo.
No tuvo malicia, pero si fue tentado en todo, lo dice el Espíritu Santo
Desconocía muchas cosas, y él mismo lo reconoció, era imperfecto o no sería
hombre
Además la misma Biblia lo dice
Que fue llevado a la perfección
Que crecía en gracia, edad, estatura
Cierto que por la unión hipostática tenía la gracia de unión, y, la gracia
capital que se derramaba a todos los hombres, sobre todo tras su sacrificio,
pero como la naturaleza humana es finita, también la humana de Jesús, la
gracia podía crecer
Por supuesto sabía quién era, otra cosa es si lo comprendía o lo aceptaba
humildemente, pero lo sabía por “visión beatifica, o revelación especial”, de
lo contrario no podría haberlo manifestado, de sí mismo, y, nadie podría
decírselo pues superaba todo lo revelado al judaísmo.
Jesús no se limitaba a decir que había que cumplir los preceptos si no que
decía, “habéis oído que se dijo, pero yo os digo”, exigía ser amado con el
mismo amor que se debe a Dios, “Quien ama a su padre más que a mí, no es
digno de mi”
Se decía Uno con Dios; sabía que era Dios, que era el Mesías, pero al mismo
tiempo, sabía que era un ser humano, criatura de Dios, “ Os alegrarías de que
vaya al Padre, porque el Padre es más que yo”, esto claro está sólo Dios podía
revelárselo, El Padre, el Verbo con el que era es una sola persona y el Espíritu
Este es el misterio de Jesús, su doble naturaleza, sin mezclas, y, en esa
naturaleza humana imperfecta, que lo imperfecto no es pecado, Dios nos
redimió, porque aprenden las personas, crecen las personas, así que por
nosotros el infinitamente perfecto se hizo imperfecto, el omnisciente se hizo
desconocedor de lo no esencial para aprender de sus criaturas, y,

comunicarles su mayor secreto, la Trinidad y el Amor de Dios

martes, 22 de agosto de 2017

Cómo paso la vida, dormida o despierta

Y  yo ¿cómo paso por la vida: dormido o despierto?
A veces lo confieso, me gustaría pasar dormida, no enterarme de lo que pasa en el mundo, porque es demasiado horrible, demasiado trágico. Y, no me refiero a las catástrofes naturales, de las que también tenemos en mayor o menor medida la culpa
No me refiero a  los hechos protagonizados por la maldad humana, y, de los que todos tenemos parte, aunque no los cometamos
Cómo no puedo hacer nada, “duermo”, y, me desentiendo mientras no vaya conmigo
Pero si va conmigo todo sufrimiento va conmigo, porque soy humana, porque soy cristiana
Y, si puedo hacer, no se trata de que surja efecto, puedo hacer, por lo menos puedo orar, puedo hablar con Dios
Puedo denunciar, en casos algo más
Por eso, no puedo dormir

No podemos dormir, el mundo nos importa mucho, es un regalo de Dios

Buscó a Jesús resucitado, entre los muertos?

¿Busco a Jesús Resucitado entre los muertos, dónde lo busco, soy Tomás, Pedro, los de Emaús; la Magdalena, María su Madre, el eunuco etíope, Pablo…?
Muchas veces sí, lo he buscado entre los muertos, en el estudio sólo, como si fuera Napoleón, no preguntándome qué  me dice hoy, si no que dijo hace 2.000 años,  y, claro como eso no me lo dijo  a mí pasando de ello
Pero aprendí a buscarlo entre los vivos, en los seres humanos, en la Iglesia, en La Eucaristía donde está realmente en su Palabra
¿Soy Tomás?, a veces sé, bueno peor, él tuvo el valor de reconocer su error y viendo el hombre, confesar a Dios, yo, no,  yo soy más crítica, aunque de Tomás aprendo que lo encuentro en La Iglesia no fuera, Cristo fuera de La Iglesia no esta
¿Soy Pedro; el Pedro que para seguirlo se fija en lo que haga el otro?, si muchas veces pero espero de Dios el coraje para acabar imitando bien a Pedro y, seguirle de verdad
Los de Emaus, como ellos me late el corazón al presentirlo en La Escritura, pero sólo lo adoro en el Pan y el Vino, ahí en La Eucaristía sé que esta él vivo
María su Madre, no, ni de lejos, pero ella vela como Madre, para que no me desmande
Soy el eunuco etíope que necesita tantas veces le expliquen La Escritura, y soy Felipe, explicándola, y, soy Pablo cayendo del Caballo de la Soberbia
Reconociendo que Dios es Dios, y, yo soy nada, no soy su hija, la hermana pequeña de Jesús el Resucitado



Guardar la Palabra



Qué es guardar la Palabra de Jesús
Primero lo que no es
No es tener La Biblia en un cajón cerrada bajo  7 llaves
No es tener todos los libros sobre la vida de Jesús
No es saber todas las frases dichas por Jesús
No es hacer un curso de Biblia
Es, si estudiar la Biblia, pero no sólo también la historia de la Iglesia, los Padres, los Concilios
Pero tampoco es eso
Es acudir a la Biblia, y, a la Iglesia, Magisterio para escuchar La Voz de Jesús que resuena allí
Es preguntarse qué me dice hoy Jesús a mí
Es examinar la vida a la Luz de la Palabra
Es hacer la Voluntad de Jesús, mandamientos, bienaventuranzas, mandato nuevo

Eso es guardar su Palabra, porque es cumplirla, hacerla realidad en cada momento

sábado, 19 de agosto de 2017

Me alimento de La Eucaristía



Me alimento de la Eucaristía, y la Escritura necesito las dos
Es decir necesito el Pan de la Palabra y el Pan de La Eucaristía, porque en los dos está, Jesús, Jesús es la Palabra de Dios, que ya en cierto modo se esconde en la Biblia desde el Antiguo Testamento, pero que en el Pan y el Vino Eucarístico, se da todo entero
Yo necesito ambos
En La Escritura, en los dos Testamentos, “escucho la Voz de Dios”, encarnada ya, en una letra débil, en la voz balbuciente de los profetas, un
Testamento me lleva al otro,  preciso el Nuevo para oír la Voz que resuena en el Antiguo, pero necesito el Antiguo para oír la Voz que resuena en el Nuevo, y, que es la misma, y, necesito la Voz de La Iglesia, para no mezclar voces, para no confundir La Voz de Dios, con la escritura de los hombres
Necesito La Biblia, porque en Ella esta Jesús, siempre con algo nuevo, en letra vieja, otra cosa, es que yo lo escuche siempre
Pero no me llega,  como no me llega hablar con mis amigos por teléfono necesito verlo
Yo a Jesús, necesito tenerlo cerca tan cerca, que no haya unión que la supere, necesito comerlo, si comerlo aunque suene a canibalismo en La Eucaristía, porque sólo ahí sé como los de Emus, que él de La Escritura era él


A veces hay que tomar otro Camino



A veces hay que tomar otro camino, aunque el anterior nos hubiese llevado a Dios
A veces una persona, un libro, una situación que nos llevó incluso a Dios, que hizo crecer nuestra fe, nuestra esperanza, que nos descubrió la verdad, se vuelve por la razón que sea peligrosa, no importa donde este el peligro, peligrosa para nuestra fe, nos aleja de Dios
Y, entonces hay que tener el valor de cortar por lo sano, si es una persona no siempre habrá que cortar la relación, aunque hay casos que si hay que hacerlo; pero aunque no se corte, habrá que evitar la zona de peligro, en el caso en que no se trate de personas, el corte si habrá de ser total, hasta que veamos que paso el peligro, y, para eso está la virtud de la prudencia
La mayoría de las veces estará en nosotros, al madurar un poco, formarnos más y no va de edad la formación, desaparecerá el peligro, y, si no desparece pues no pasa nada
Que un libro haya sido bueno, no quiere decir que su autor no pueda hacer otro malo, al revés también
Los reyes magos, llegaron al Mesías recién nacido gracias a  Herodes, pero a su vuelta no volvieron al palacio, ya sabían quién era


Cuidado con el orgullo



Cuidado con el orgullo, a veces “duelen tonterías”, se quiere ser la guinda del pastel siempre
El orgullo no es sólo creerse más que otros, puede ser creerse más víctima, más mártir que otros, cuando no se es ni una cosa ni la otra
Los que lloran son bienaventurados, pero no los tontos, resulta ridículo a veces ver personas, que hacen una llorera de cualquier tontería, de que perdió su equipo, de que le despintaron las uñas, de que su peinado les duro menos que un voto a la puerta de un político
Otros en redes sociales, lloran y lamentan porque les ha muerto el perro, el gato, el caballo, y lo malo no es que lloren es que digan que es el mayor disgusto en su vida, y viendo su edad, una dice, “pues ya era hora”, porque si a los 40, 60, 70 y más el disgusto mayor, con ser disgusto es que se te haya muerto el perro, o el gato, pues es que tu vida, como la de Adán y Eva en el Paraíso, vamos dicha completa, porque si no, más penas habrás tenido cuando se te haya muerto, un familiar un amigo
Luego están los que lloran o se lamentan porque nadie los lee, porque pierden amigos, amigos que no saben ni quiénes son, etc.
Yo entiendo que uno sufra si su familia no le habla
Entiendo que sufra si sus amigos pasan del, los amigos que están en la Agenda
Hasta entiendo que sufra, si su tendero no le devuelve el saludo
Ya menos la chica del súper
Pero que le duela lo olviden personas de foros, de Facebook, eso ya es ridículo

Y, es creerse la guinda del pastel, y de verdad no lo somos nadie

viernes, 18 de agosto de 2017

Dios, quieres inmiscuirte en mi vida"



“Dios, quieres inmiscuirte en mi vida”
Dios quiere inmiscuirse en mi vida, en la tuya; no para quitarnos la libertad, sino al contrario, para dárnosla; no para amargarnos la vida, sino para ayudarnos a ser plenamente felices, aquí y después
Quiere sacarnos el miedo
Qué nos puede pasar que nos maten, con él la muerte es vencida

Paga la pena, dejar  que Dios se inmiscuya en nuestra vida

Aplicar la fe a la vida



Aplicar La fe a la vida, si hay intención de hallar a Jesús, Dios quita la piedra porque está vivo
Aunque se pase noche oscura
Aunque haya dudas
Aunque el ambiente sea hostil
Si de verdad quiero encontrarme, creen en Jesús, Dios hará que así sea, sacará “la piedra”, el obstáculo que mi torpe inteligencia, ponía para aceptarlo, lo hará del modo que quiera, a veces por el menos imaginado, pero lo hará, y, hará porque Jesús está vivo, pidiendo por nosotros, pidiendo por mí, al Padre
Pero yo, no me puedo quedar, mirando el sepulcro, mirando aquello que me impedía verlo, ancladita en el pasado, yo tengo que irme con Jesús

Con Jesús glorioso, pero con heridas, heridas que son las de sus hermanos que sufren

Tras la prueba viene la paz



Tras la prueba viene la Paz
Le paso a Abraham, en cierta medida aunque no del mismo modo, Dios conoce a sus criaturas, nos pasa a todos
Dios nos somete a prueba
De pronto, todo falla, nos parece que Dios nos pide más de lo que podemos darle
O que nos arrebata, incluso lo que no es suyo, como si, suyo no fuera todo
Luchamos, y, estamos a punto de tirar la toalla, y de pronto, un ángel detiene el sacrificio, o, un ángel nos anuncia que la tumba del amigo esta vacía, o, nos señala una jarra de vino, y, una hogaza de pan, para poder seguir

Siempre tras la prueba viene la paz

jueves, 17 de agosto de 2017

Jesús esta vivo


Jesús está vivo, de verdad
No es un recuerdo de alguien bueno
No es su mensaje
No, es Él quien vive, con su Cuerpo glorioso, en él que han quedado las huellas de su martirio, “Mirad mis manos y pies, soy Yo, no temáis”
Vive, y esta no sólo en el Cielo, está en el Sagrario bajo el disfraz de pan, y vino
Si es un ser humano real, no puedo tratarlo como una cosa, como un objeto

Por ello me pareció estupendo, cuando en La Misa por Venezuela no retiraron  a Jesús en La Eucaristía, no lo trataron como un objeto, que se quita por si molesta

Mi actitud ante los bienes materiales


Mi actitud ante los bienes materiales
No la tengo muy clara
Desde luego no los desprecio, sé que sería soberbia, como es una imbecilidad los que dicen que Jesús no toco el dinero, por Dios si fue un obrero, Jesús condeno la idolatría del dinero
Sé que los bienes que tenga muchos  o pocos, deben estar al servicio del bien, y que si otro lo precisa y puedo debo ayudarle, su necesidad está por encima de mis caprichos, no de mis necesidades
Que hay medios para hacer dinero que nunca serán lícitos, por muy necesario que fuese ese dinero, o esos bienes materiales
Pero no veo inmoral, no digo ilegal digo inmoral
Comprar en el top manta
Fotocopiar libros, porque si no ya puestos, pues prohibir el préstamo
Comprar productos caros, quien se los pueda permitir sin robar a otros aquello a lo que tienen derecho

Qué estaría dispuesta a hacer por dinero, o bienes materiales, si es algo  inmoral, o injusto nada

Tenemos que aprender a luchar, para aprender a comportarnos como lo que somos



Tenemos que luchar para aprender a  comportarnos como lo que somos
Como hijos de _Dios, hermanos de Jesús
Luchar en primer lugar contra nosotros mismos
Contra lo que nos separa de Jesús

Pero también contra las leyes injustas

lunes, 14 de agosto de 2017

En Pentecostés preguntaron a Pedro, no a María


En  Pentecostés preguntaron a Pedro no a María

A veces nos encontramos en los sitios de Internet, en foros, y también a veces en el mundo físico, con personas que con buena, o mala intención, hay de todo, contraponen las decisiones del Papa, con lo supuestamente dicho, por tal, o cual aparición mariana
Y, sacan a relucir siempre sacado de contexto, lo que La Virgen supuestamente dijo a tal o cual vidente
Sin entrar en la categoría de las revelaciones privadas, sería bueno que esas personas, tuviesen una poquita de cultura bíblica
Así sabrían que en Pentecostés, junto con Pedro, y los otros 10, hasta sumar unas 120 personas, estaba María, la Madre de Jesús, lo dice el Libro de los Hechos
Sin embargo, las personas que habían venido para la fiesta, no le preguntan a María, qué tienen que hacer, se lo preguntan a Pedro, y, Pedro  no les dice, esperen que les va hablar “la madre del Señor”, habla  él,  y no hay nadie que le diga, “oye” aquí está La Madre
La razón, que Jesús que quería a su Mamá más que a Pedro, es un ser humano, no puso a su Madre en su lugar, puso a Pedro con sus pecados, así pues si en una supuesta revelación privada, o Mensaje, va contra el Papa, ni caso

El Papa está en el sitio de Pedro, y, Pedro es el representante de Jesús

Renovar la Fe en Dios como Padre


Renovar la fe en Dios como Padre
Es volver a Galilea, a la primera fe, a la fe de la infancia, al Papá del Cielo, al Papá Dios, al Abba, es sacar de la mente, y del corazón ese dios con forma de Jupiter tronante, que se ha colado tantas veces, o que nos han colado, o, porque no reconocerlo, nos hemos fabricado, porque era más fácil
Y, volver al Dios que se revela como “El que es”, El que esta, el Dios que ha creado todo para cada uno de sus hijos, el Dios que nos ha creado a cada uno, para compartir su felicidad, para hacernos sus hijos, y que por eso, nos hizo libres, me regalo la libertad
El Dios que en su Hijo vendrá a salvar a cada uno, un Dios padre, papá cercano, no abuelo, en su Hijos será Hermano, en su Espíritu, Amigo Esposo, no abuelo, pero tampoco, “padre patrón”, un padre castrador, que trata a sus hijos como monigotes, no Dios es Padre, pero Padre Amor, Padre que no fuerza, que busca, que llama, que espera, que perdona, pero que no mete a nadie en el Cielo, que es Él mismo por una oreja, si decido escoger el infierno me respetará, pero hará lo imposible, porque diga si, libremente
Renovar la fe en Dios como Padre, es volver a la frescura del Padrenuestro, es firmarle como hicieron María y Jesús, un cheque en blanco
Es saber que todo lo bueno, viene de su mano, y, lo que tenemos por malo, a veces no lo es tanto, o, él no lo permitiría, también al chiquitin le parecen mal las inyecciones
Tratarlo en la oración
Cuidar ese regalo suyo que es la vida, toda vida, pero empezando por la humana en el seno materno
Cuidar la creación empezando por el hombre
Adorar lo en el Sagrario junto con su Hijo y el Espíritu Santo
Pedirle con la confianza de los niños pequeños, no en la forma que uno va a una máquina dispensadora
Escucharle en La Escritura, en La Iglesia, en La Creación, darle gracias por por medio de Jesús, en unión con Jesús, con María, la que enseño a Jesús hombre a dar gracias, a su Abba bendito, a su Dios y Padre, Padre de verdad, natural hablando a lo bruto


Todo seguimiento a Jesús lleva en si, persecución pero no es castigo es premio


Todo seguimiento a Jesús lleva en sí, persecución pero no es castigo es premio
“Sí a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros”
“Bienaventurados seréis, cuando os persigan,  y, os excomulguen por mi causa”
Ser igualados con el Maestro, con el Señor, es el mayor honor que puede recibir un discípulo, un siervo
No quiere decir que todos los cristianos estemos llamados, muchos hoy lo están, a persecución cruenta, pero todos lo estamos, al desprecio, a ser mirados por encima del hombro
Un cristiano que cae bien a todo el mundo, o vive en un convento, y, todos son santos, o malo, malo
Lo que pasa es que hemos aprendido a nadar y guardar la ropa, y, eso es imposible, a estar a bien con todos, a yo no me meto en líos, yo respeto, y, claro esta de esa forma, quien nos va perseguir, si adoramos los ídolos que nos presentan
Si hemos pasado del, “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”, a decir, bueno, “ahora son otros tiempos”; “yo personalmente no, pero no me opongo”, “quién sabe, todo cambia”
Y, los que alzan la voz en contra, son reaccionarios, fascistas, o comunistas, depende, retrógrados,  “mejor se ocupasen de lo suyo”, porque muchos siguen, o seguimos pensando a veces, que ser cristiano es ir de capuchón en Semana Santa,  o ser de la cofradía del Carmen
Y, no se trata de imponer, se trata de exigir respeto, y, defender la verdad, o es qué por no imponer, aceptamos que en una deuda de 12 €, si entregamos un billete de 20: nos devuelvan 3 €
Tal vez sea hora de que me pregunte
Todos me dan la razón
Nunca discuto
Todo el mundo me quiere
Me llevo bien con todos
Nadie me margina

Si es así, malo, malísimo

domingo, 13 de agosto de 2017

Sin La Eucaristía, La Escritura es puro papel



Sin la Eucaristía, la Escritura se queda en nada, en puro papel
Pensemos por un  momento en el episodio de Emaús; los discípulos han oído la explicación de La Escritura, su corazón ha latido acelerado, pero al llegar a la esquina, “el extranjero”, se despide, tras desearles buen camino
Ellos seguramente durante un tiempo, habrían reflexionado sobre lo que “el extranjero”, les había dicho, pero poco a poco su racionalismo, lo habría descartado

Pues con esto es lo mismo, la lectura, la oración bíblica, es “el extranjero”: Jesús que sin conocer todavía encontramos en el Camino de la vida, nos alegra, nos fortalece, si, pero sí no lo recibimos en La Eucaristía, si no lo adoramos en el Pan y el Vino, pronto, La Escritura no será más que una colección de libros de otro tiempo, y, poco a poco empezaremos primero con la crítica, luego con el rechazo, o, peor con la indiferencia, ya no, nos dirá nada, será palabra, letra muerta, porque La Palabra es Jesús, y, hace falta no sólo leerla, también comerla

Cuando fue mi primer encuentro con Jesús, consciente de que era Él




Cuándo fue mi primer encuentro con Jesús, consciente de que era él
No, hablo de la fe de la infancia que era un poco la de la familia, catequistas, maestros, mejor dicho maestra, porque esa fe, que si era fe, no se diferenciaba mucho de la creencia en los reyes magos, las hadas
Sino al encuentro con Jesús, a saber que era él, que estaba ahí
Así a lo grande ninguno
Pero si los hubo, y, los hay, vienen siempre cuando lo necesito, pero en el momento que no lo busco
El primero al que voy a referirme, otro día le tocará tal vez a otros, fue por medio de una profesora de religión
Yo tenía buenas notas en religión, pero porque me gustaban las historias de la Biblia, del mismo modo que los tebeos que leía, iba a Misa si llovía, eso si, me declaraba católica y superformada, lo propio de una cría adolescente, la asignatura de religión era una más, que encima era más fácil que la lengua, o las matemáticas
Pero llego Conchita, doña Concepción, a la que habíamos puesto el mote de “La Popea”, un día tras la clase se quedó hablando con nosotros como hacía otras veces, y, fue preguntándonos, qué importancia  le dábamos a la religión, si pensábamos que aprobaríamos, no recuerdo las respuestas que hubo, ni la mía siquiera, sí que todos respondimos, al menos la mayoría, que esperábamos aprobar, ella nos miró  y dijo, “¿El examen final?”, si claro respondimos, puede que fuera, “Sí, señorita”, ella volvió a preguntar. ¿El final, el Final, Final? Un compañero se adelantó y dijo, Cuántos va haber señorita
Solo uno, que importe solo uno, lo de junio es una evaluación eso es lo de menos, me refiero al que se os hará al final de vuestra vida, él que se nos hará, cuándo Jesús nos pregunte, si hemos vivido como Él, y, con Él. Aquí hizo una pausa, y prosiguió, yo aquí os enseño unos conceptos, pero la religión no es una asignatura; es la vida, en el caso de la religión cristiana, que es la nuestra es la vida, en Cristo, yo trato con la ayuda de Dios, de ayudaros a que sepáis buscarlo, dejaros encontrar, como recibir sus sacramentos, como encontrarlo en la Biblia, que no es un libro de historietas, pero el resto tendréis que hacerlo vosotros, yendo a pasar exámenes parciales muchas veces al confesionario, para que al final si Dios quiere se os conceda Matrícula de honor, y, si no, por lo menos Sobresaliente, pero tampoco hay que alarmarse si estáis en simple aprobado, hay sala de mejora, o recuperación, el purgatorio. Procurar que por vuestra culpa, no se os suspenda, porque solo vosotros seréis los responsables de vuestro infierno no Dios. La religión no es como la geografía o la historia, para tener conocimientos, es para vivir con Dios y frente a Dios, no importa mucho ni poco que sepáis datos, si no que viváis el Evangelio, y, si sabéis muchos datos,  pero vuestra vida es como la de un ateo, sois unos ignorantes, y, no sabéis nada. Santa Teresa dice, “Al final de la jornada, aquel que se salva, sabe, y, él que no, no sabe nada”
No digáis nunca que sois expertos en religión, los únicos expertos en religión son los santos del Cielo, decid pero sobre todo vivirlo, que sois personas que con la ayuda de Dios, se esfuerzan por vivir de acuerdo con su fe, y, por eso se forman día a día, aunque ya tengan 90 años
Salí cambiada de aquella clase, me sentía bien y mal, mal porque había perdido mucho el tiempo, bien porque ya sabía lo debía hacer, me equivocaba un poco, pero eso es otro tema

Pero había descubierto a Jesús vivo, me acababa de hablar por mi profesora, la religión no era un juego, ni una asignatura, era es el encuentro con Dios

Todos dependemos en todo



Todos dependemos en todo, unos  de otros
Y, esto a todos los niveles, el ser humano es un ser dependiente de su misma especie, puede estar un tiempo solo sin contacto humano, aparente, pero si este se prolongase demasiado sucedería la locura
Los animales acompañan, pero no son compañía, y no lo son, porque aún siendo criaturas igual que nosotros, hay un salto, de unos a otros, un perro, o un gato pueden estar tristes si te ven triste, o alegres si te ven alegre, pero nunca diferenciaran si estas triste por una película, porque perdió tu equipo, o porque se te ha muerto alguien, lo mismo vale para la alegría
No pueden aconsejar, ni reprender
Esta es una de las primeras enseñanzas de la Biblia, Dios hace pasar ante el hombre a todos los seres vivos, y, no hay ninguno semejante a él, y, entonces Dios que ha decidido que no es bueno que el hombre este solo, crea otro ser humano, en este caso la mujer
Y, desde entonces dependemos de los demás, y los demás de nosotros
Nacemos de unos seres humanos, que nos crian educan y transmiten la primera fe
Otros seres humanos sacerdotes, educadores, maestros formadores,  dan forma a nuestra mente, nuestra inteligencia,  nuestra fe
Otros cuidan nuestra salud
Dependemos de los que cultivan la tierra
De los que conducen el transporte
Y, tras la salida de este mundo seguimos dependiendo
Si hemos aterrizado en el Cielo, de los que glorifiquen a Dios por haber tenido misericordia de nosotros
Si optamos por el salón de belleza, del Purgatorio, dependemos de los de la tierra, y de los del Cielo
En el único sitio que no se depende de nadie, ni nadie depende de uno, porque solo hay odio y egoísmo es el Infierno
Pero en el Cielo, en la tierra, en el purgatorio dependemos unos de otros, y todos juntos de Cristo, a esto se le llama Comunión de los Santos, los no creyentes que sólo lo conocen a medias lo llaman, “Solidaridad”
Es tan importante que el 2º precepto que resume la Tora, el Decálogo, es este, “Amar al prójimo como a ti mismo”, porque al amar al otro, te estas amando tú mismo”



sábado, 12 de agosto de 2017

Jornada mundial de los pobres. 19 de noviembre Papa Francisco



Jornada mundial de los  pobres

Al concluir el Año de la Misericordia, el Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará por primera vez el 19 de noviembre de 2017 con el lema No amemos de palabra sino con obras. En su mensaje programático para la Jornada, presentado este martes, el Santo Padre afirma que el objetivo de esta cita es «estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche» y lograr que «las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos». Por eso, pide que cada realidad de la Iglesia «se comprometa a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta», así como de oración común

1. «Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras» (1 Jn 3,18). Estas palabras del apóstol Juan expresan un imperativo que ningún cristiano puede ignorar. La seriedad con la que el «discípulo amado» ha transmitido hasta nuestros días el mandamiento de Jesús se hace más intensa debido al contraste que percibe entre las palabras vacías presentes a menudo en nuestros labios y los hechos concretos con los que tenemos que enfrentarnos. El amor no admite excusas: el que quiere amar como Jesús amó, ha de hacer suyo su ejemplo; especialmente cuando se trata de amar a los pobres. Por otro lado, el modo de amar del Hijo de Dios lo conocemos bien, y Juan lo recuerda con claridad. Se basa en dos pilares: Dios nos amó primero (cf. 1 Jn 4,10.19); y nos amó dando todo, incluso su propia vida (cf. 1 Jn 3,16).
Un amor así no puede quedar sin respuesta. Aunque se dio de manera unilateral, es decir, sin pedir nada a cambio, sin embargo inflama de tal manera el corazón que cualquier persona se siente impulsada a corresponder, a pesar de sus limitaciones y pecados. Y esto es posible en la medida en que acogemos en nuestro corazón la gracia de Dios, su caridad misericordiosa, de tal manera que mueva nuestra voluntad e incluso nuestros afectos a amar a Dios mismo y al prójimo. Así, la misericordia que, por así decirlo, brota del corazón de la Trinidad puede llegar a mover nuestras vidas y generar compasión y obras de misericordia en favor de nuestros hermanos y hermanas que se encuentran necesitados.
2. «Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha» (Sal 34,7). La Iglesia desde siempre ha comprendido la importancia de esa invocación. Está muy atestiguada ya desde las primeras páginas de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro pide que se elijan a siete hombres «llenos de espíritu y de sabiduría» (6,3) para que se encarguen de la asistencia a los pobres. Este es sin duda uno de los primeros signos con los que la comunidad cristiana se presentó en la escena del mundo: el servicio a los más pobres. Esto fue posible porque comprendió que la vida de los discípulos de Jesús se tenía que manifestar en una fraternidad y solidaridad que correspondiese a la enseñanza principal del Maestro, que proclamó a los pobres como bienaventurados y herederos del Reino de los cielos (cf. Mt 5,3).
«Vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno» (Hch 2,45). Estas palabras muestran claramente la profunda preocupación de los primeros cristianos. El evangelista Lucas, el autor sagrado que más espacio ha dedicado a la misericordia, describe sin retórica la comunión de bienes en la primera comunidad. Con ello desea dirigirse a los creyentes de cualquier generación, y por lo tanto también a nosotros, para sostenernos en el testimonio y animarnos a actuar en favor de los más necesitados. El apóstol Santiago manifiesta esta misma enseñanza en su carta con igual convicción, utilizando palabras fuertes e incisivas: «Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que le aman? Vosotros, en cambio, habéis afrentado al pobre. Y sin embargo, ¿no son los ricos los que os tratan con despotismo y los que os arrastran a los tribunales? […] ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: “Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago”, y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta» (2,5-6.14-17).
3. Ha habido ocasiones, sin embargo, en que los cristianos no han escuchado completamente este llamamiento, dejándose contaminar por la mentalidad mundana. Pero el Espíritu Santo no ha dejado de exhortarlos a fijar la mirada en lo esencial. Ha suscitado, en efecto, hombres y mujeres que de muchas maneras han dado su vida en servicio de los pobres. Cuántas páginas de la historia, en estos dos mil años, han sido escritas por cristianos que con toda sencillez y humildad, y con el generoso ingenio de la caridad, han servido a sus hermanos más pobres.
Entre ellos destaca el ejemplo de Francisco de Asís, al que han seguido muchos santos a lo largo de los siglos. Él no se conformó con abrazar y dar limosna a los leprosos, sino que decidió ir a Gubbio para estar con ellos. Él mismo vio en ese encuentro el punto de inflexión de su conversión: «Cuando vivía en el pecado me parecía algo muy amargo ver a los leprosos, y el mismo Señor me condujo entre ellos, y los traté con misericordia. Y alejándome de ellos, lo que me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo» (Test 1-3; FF 110). Este testimonio muestra el poder transformador de la caridad y el estilo de vida de los cristianos.
No pensemos solo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida. En efecto, la oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la caridad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangélica. Y esta forma de vida produce alegría y serenidad espiritual, porque se toca con la mano la carne de Cristo. Si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres, como confirmación de la comunión sacramental recibida en la Eucaristía. El Cuerpo de Cristo, partido en la sagrada liturgia, se deja encontrar por la caridad compartida en los rostros y en las personas de los hermanos y hermanas más débiles. Son siempre actuales las palabras del santo Obispo Crisóstomo: «Si queréis honrar el cuerpo de Cristo, no lo despreciéis cuando está desnudo; no honréis al Cristo eucarístico con ornamentos de seda, mientras que fuera del templo descuidáis a ese otro Cristo que sufre por frío y desnudez» (Hom. in Matthaeum, 50,3: PG 58).
Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades, y a reconocer el valor que tiene la pobreza en sí misma.
. No olvidemos que para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo vocación para seguir a Jesús pobre. Es un caminar detrás de él y con él, un camino que lleva a la felicidad del reino de los cielos (cf. Mt 5,3; Lc 6,20). La pobreza significa un corazón humilde que sabe aceptar la propia condición de criatura limitada y pecadora para superar la tentación de omnipotencia, que nos engaña haciendo que nos creamos inmortales. La pobreza es una actitud del corazón que nos impide considerar el dinero, la carrera, el lujo como objetivo de vida y condición para la felicidad. Es la pobreza, más bien, la que crea las condiciones para que nos hagamos cargo libremente de nuestras responsabilidades personales y sociales, a pesar de nuestras limitaciones, confiando en la cercanía de Dios y sostenidos por su gracia. La pobreza, así entendida, es la medida que permite valorar el uso adecuado de los bienes materiales, y también vivir los vínculos y los afectos de modo generoso y desprendido (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 25-45).
Sigamos, pues, el ejemplo de san Francisco, testigo de la auténtica pobreza. Él, precisamente porque mantuvo los ojos fijos en Cristo, fue capaz de reconocerlo y servirlo en los pobres. Si deseamos ofrecer nuestra aportación efectiva al cambio de la historia, generando un desarrollo real, es necesario que escuchemos el grito de los pobres y nos comprometamos a sacarlos de su situación de marginación. Al mismo tiempo, a los pobres que viven en nuestras ciudades y en nuestras comunidades les recuerdo que no pierdan el sentido de la pobreza evangélica que llevan impresa en su vida.
5. Conocemos la gran dificultad que surge en el mundo contemporáneo para identificar de forma clara la pobreza. Sin embargo, nos desafía todos los días con sus muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada. La pobreza tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero. Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada.
Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera. Ante este escenario, no se puede permanecer inactivos, ni tampoco resignados. A la pobreza que inhibe el espíritu de iniciativa de muchos jóvenes, impidiéndoles encontrar un trabajo; a la pobreza que adormece el sentido de responsabilidad e induce a preferir la delegación y la búsqueda de favoritismos; a la pobreza que envenena las fuentes de la participación y reduce los espacios de la profesionalidad, humillando de este modo el mérito de quien trabaja y produce; a todo esto se debe responder con una nueva visión de la vida y de la sociedad.
Todos estos pobres –como solía decir el beato Pablo VI– pertenecen a la Iglesia por «derecho evangélico»(Discurso en la apertura de la segunda sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II, 29 septiembre 1963) y obligan a la opción fundamental por ellos. Benditas las manos que se abren para acoger a los pobres y ayudarlos: son manos que traen esperanza. Benditas las manos que vencen las barreras de la cultura, la religión y la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la humanidad. Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin «peros» ni «condiciones»: son manos que hacen descender sobre los hermanos la bendición de Dios.
6. Al final del Jubileo de la Misericordia quise ofrecer a la Iglesia la Jornada Mundial de los Pobres, para que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados. Quisiera que, a las demás Jornadas mundiales establecidas por mis predecesores, que son ya una tradición en la vida de nuestras comunidades, se añada esta, que aporta un elemento delicadamente evangélico y que completa a todas en su conjunto, es decir, la predilección de Jesús por los pobres.
Invito a toda la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad a mantener, en esta jornada, la mirada fija en quienes tienden sus manos clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. Son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial. Esta Jornada tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad. Dios creó el cielo y la tierra para todos; son los hombres, por desgracia, quienes han levantado fronteras, muros y vallas, traicionando el don original destinado a la humanidad sin exclusión alguna.
7. Es mi deseo que las comunidades cristianas, en la semana anterior a la Jornada Mundial de los Pobres, que este año será el 19 de noviembre, domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, se comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta. Podrán invitar a los pobres y a los voluntarios a participar juntos en la Eucaristía de ese domingo, de tal modo que se manifieste con más autenticidad la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey del universo, el domingo siguiente. De hecho, la realeza de Cristo emerge con todo su significado más genuino en el Gólgota, cuando el Inocente clavado en la cruz, pobre, desnudo y privado de todo, encarna y revela la plenitud del amor de Dios. Su completo abandono al Padre expresa su pobreza total, a la vez que hace evidente el poder de este Amor, que lo resucita a nueva vida el día de Pascua.
En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos. De acuerdo con la enseñanza de la Escritura (cf. Gn 18, 3-5; Hb 13,2), sentémoslos a nuestra mesa como invitados de honor; podrán ser maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente. Con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre.
8. El fundamento de las diversas iniciativas concretas que se llevarán a cabo durante esta Jornada será siempre la oración. No hay que olvidar que el Padre nuestro es la oración de los pobres. La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseñó con esta oración manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la existencia y de la falta de lo necesario. A los discípulos que pedían a Jesús que les enseñara a orar, él les respondió con las palabras de los pobres que recurren al único Padre en el que todos se reconocen como hermanos. El Padre nuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se pide es «nuestro», y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad común. En esta oración todos reconocemos la necesidad de superar cualquier forma de egoísmo para entrar en la alegría de la mutua aceptación.
9. Pido a los hermanos obispos, a los sacerdotes, a los diáconos –que tienen por vocación la misión de ayudar a los pobres–, a las personas consagradas, a las asociaciones, a los movimientos y al amplio mundo del voluntariado que se comprometan para que con esta Jornada Mundial de los Pobres se establezca una tradición que sea una contribución concreta a la evangelización en el mundo contemporáneo.
Que esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio.
Papa Francisco
Vaticano, 13 de junio de 2017
Memoria de San Antonio de Padua

Fecha de Publicación: 13 de Junio de 2017