Orar es dejarse amar
Es hablar con Dios, con
confianza, con perseverancia es alabar, se alaba se felicita quien se quiere,
es pedir, no exigir pedir, se pide a quien puede satisfacer el deseo, y a quien
se ama, se le pide con confianza, sabiendo que nos dará lo mejor que no siempre
es lo que pedimos
Orar es escuchar a Dios, se
escucha a quien se ama, al otro se le oye, es atender sus peticiones, sus
consejos, sus mandatos porque lo amamos; es dejarse amar por Él, dejar que nos ame, a su estilo, aunque a veces
ese estilo no lo entendamos
Orar no es exigir
Orar no es buscar señales
Orar no es convertir a Dios en
una máquina expendedora de lo que pedimos, es dejar que Dios sea Dios
Como piden los gatos, los niños
pequeños, que saben que aunque no les den lo que piden los aman, y tal vez por
eso no se lo dan
Orar es eso, hablar escuchar y
sobre todo dejarse amar, dejarse amar por Dios