viernes, 17 de febrero de 2017

Orar es dejarse amar





Orar es dejarse amar
Es hablar con Dios, con confianza, con perseverancia es alabar, se alaba se felicita quien se quiere, es pedir, no exigir pedir, se pide a quien puede satisfacer el deseo, y a quien se ama, se le pide con confianza, sabiendo que nos dará lo mejor que no siempre es lo que pedimos
Orar es escuchar a Dios, se escucha a quien se ama, al otro se le oye, es atender sus peticiones, sus consejos, sus mandatos porque lo amamos; es dejarse amar por Él,  dejar que nos ame, a su estilo, aunque a veces ese estilo no lo entendamos
Orar no es exigir
Orar no es buscar señales
Orar no es convertir a Dios en una máquina expendedora de lo que pedimos, es dejar que Dios sea Dios
Como piden los gatos, los niños pequeños, que saben que aunque no les den lo que piden los aman, y tal vez por eso no se lo dan

Orar es eso, hablar escuchar y sobre todo dejarse amar, dejarse amar por Dios