A María por Jesús
Cuando digo María, me refiero a
María de Nazareth, La esposa virgen del joven José; la de la Biblia, la de la
Iglesia, no la de este, o aquel vidente, sobre todo, cuando va contra la
enseñanza de La Iglesia, de la Biblia
Me refiero a María, bien
entendida, no a un ídolo que uno se hace, para manejarlo, una diosa, no esa no
lleva a Jesús, ni a nadie, por mucho que yo le pueda llamar, “La Virgen María”
Una virgen que lleva a mecer el
culo en una piedra; en lugar de a vivir el Evangelio no lleva a nada, por eso
me alegre cuando, “Dios sí, estoy segura destruyo el santuario idolátrico y
pagano, “da virxen da barca”
Pero la verdadera María, si lleva
a Jesús, también como no, desde revelaciones privadas, como la de Lourdes que
no van contra La Iglesia, que enseñan a vivir el Evangelio; no es la única
María lleva a Jesús, porque es su
mamá; Jesús se encarnó gracias a Ella; Isabel y Juan son santificados, porque,
Ella los visita, los santifica, Jesús, pero lo lleva Ella
Los Magos, símbolo de los gentiles,
lo encuentran con Ella
Simeón, símbolo de los judíos
creyentes, lo encuentra, mejor dicho va Ella a él, con Jesús en brazos
Los de Cana, tienen el vino,
gracias a su intercesión, y más que el vino, el mandato, que coincide con el
del Padre Dios
“Haced lo que él os diga”; por
eso, si el culto la veneración a María, no lleva a querer la voluntad de Jesús,
a obedecerle, que es obedecer al Papa, al Evangelio, no es tal
En La Cruz, Jesús le dice; ahí
tienes a tu hijo”; pero no le dice ahí tienes otro hijo, un nuevo hijo, si no a
tu hijo; su hijo es Jesús, el dice que lo hecho a otro es hecho a él, para su
madre mantiene lo mismo; por eso, le dice a tu hijo, que es él Jesús, así que
La Virgen cuando nos ve, ve a Jesús, como el Padre, pero Jesús, sólo hay uno,
luego nos tiene que llevar a todos a Él, y lo hace
El Rosario puede ser una oración
bíblica; excelente, una oración que nos haga preguntar en cada misterio; que me
pide Dios aquí
Pero a veces lo hemos hecho
demasiado ritual