De la Religión a la fe, creer en
algo, búsqueda de consuelo, idolatrías, fe infantiloide
Hay que dar un salto, de la
religión a la Fe, a la Fe verdadera, que es la que implica la fiducia, no sólo creer en Dios, si
no creer a Dios, y creer por Dios, y con Dios
Dar el paso, de la Fe
infantiloide a la fe adulta, de una religión para estar contentos, que no
implica, que no compromete, una religión con los ídolos que uno se ha hecho, a
los que uno maneja a su antojo
A Dios, no, a Dios no se le
maneja
Una fe infantiloide es aquella
que te lleva a encerrarte en ti mismo
A darte ya por contento, lo sabes
todo, no precisas nada más, tus rezos cuando precisas algo, que si no obtienes
hará tambalear tu fe, o te llevara a una depresión pensando lo malo que eres,
cuando Dios no te escucha, una oración en la que la dimensión bíblica está
ausente, en donde se practica, “te doy para que me des”
La del avemaría a San José, el
Padrenuestro a la Virgen, el ir descalzo en la procesión, como penitencia,
aunque luego se dejen otros sacrificios que servirían al prójimo para algo
Una religión que nunca producirá
mártires, porque sólo se persigue a la verdadera Fe, y, esta no lo es
Por eso es preciso dejar de ser
niños, niños si ante Dios, pero adultos en la Fe ante el mundo, cristianos que
saben dar testimonio de su Fe, de obra y de palabra, con La Palabra, que no se
dejan amilanar ni vencer por nadie, podrán matarlos, pero sólo eso, y, la
resurrección está garantizada
Cristianos que oran, si también
rezan pero sobre todo oran, escuchan a Dios, piden, si piden lo que se les
ocurra, pero sobre todo, que se haga su Voluntad, Fuerza para vivir el
Evangelio, y perdonar, que dan gracias
Si, tienen intercesores pero no
ídolos, por ello, rezan el Padrenuestro con San José, no a San José, piden su
intercesión, no su intervención omnipotente
No le piden a Dios que acabe con
la injusticia, si no que les de fuerzas para acabar ellos
Les interesa más el estudio de la
Biblia, y la oración con la Biblia, que las últimas revelaciones privadas, sin
que desdeñen estas, siempre que no pisoteen la Escritura, ni la Iglesia, de la
que se saben miembros