No todos los curas son malos, ni
todos son santos
Los curas, los sacerdotes son
hombres que han nacido con el pecado original, que ha dejado en ellos huella,
como en todos, la gracia no destruye la naturaleza, ni la cambia, sólo da
fuerza, respetando el libre albedrio para que lo que era un defecto, un fallo se use para bien
Un ejemplo está en San Pablo,
Pablo era un enérgico perseguidor de los cristianos, pero cuando se convierte,
no se transforma en un ser pacifico, pacato, no, tiene la misma energía, el mismo ímpetu, sólo que en lugar de
emplearlo para perseguir a la Iglesia, lo emplea para llevar el Evangelio
Si un chico es egoísta, p.e. al
ordenarse lo va seguir siendo, pero ahora si se deja conducir por la gracia,
“ese egoísmo”, lo puede transformar en celo apostólico
Los curas no se convierten en
santos, al ser ordenados, son hombres que Jesús escoge, y ya sabemos los gustos
de Jesús; para que hagan sus veces, que
sean sus manos, sus pies, su boca,
sirviendo a sus hermanos, los curas no son señores, son criados, la palabra
“ministerio”; significa servicio, cierto
que Dios les da poder de hacer lo que otro no puede; convertir el Pan en su
Cuerpo, perdonar, los pecados, pero esto el cura, no lo hace por sí, si no que
obra en lugar de Cristo, en Nombre de la Trinidad, por eso un cura, no puede
perdonarse a sí mismo, y, por eso la
Misa celebrada por un sacerdote en
pecado; es válida, lo mismo que su absolución
Del mismo modo que los
religiosos, los seglares son, y somos tentados y caemos en la tentación unos
más y otros menos, pero caer todos, los curas igual, ahora bien de la misma manera, que si un seglar roba un banco, no se
dice que todos los seglares sean ladrones, con los curas pasa igual
El pecado de un cura, es suyo, no
es extensible a los otros curas
En el punto opuesto, los santos
están en el Cielo, y en las cunas y jardines de infancia guarderías, el resto todos pecadores todos, curas y
seglares, ver al sacerdote como un santo,
es un error porque no lo es
Y cura bueno, él que es fiel y
obediente a su obispo, y con él al Papa,
naturalmente, si el obispo no lo fuese, la fidelidad al Papa está por
encima de todo, porque es la fidelidad a Cristo