No hay ningún acto humano tan
santo, que merezca la Salvación, esta es siempre un don, un regalo de Dios
Nadie merece el Cielo, pues el
Cielo es Dios mismo, y, nadie merece a Dios, Dios no debe nada al hombre porque
este haga su voluntad, cosa que además no puede hacer si el propio Dios no
le ayuda a ello
Todas las criaturas hacen lo que
Dios quiere, aquello para lo que fueron creadas, y, no reciben nada por ello,
porque el hombre ha de ser distinto, con sostenerlo en la existencia, ya puede,
ya debe, ya debemos dar gracias a Dios, no merecemos la Salvación, no merecemos
el Cielo, el Cielo es don regalo, de Dios, la Salvación es una gracia que
ningún acto humano merece, por santo que sea, ante Dios el hombre cualquier ser
humano siempre esta en deuda, porque nunca da, nada que antes no haya recibido,
la Salvación, es un regalo merecido no por nosotros, sí, no por otro hombre, para todos los hombres,
por el hombre que siendo Dios se hizo hermano de todos, para merecer para todos
el Cielo, y, regalarlo al que lo quiera, que es Don no imposición