No me refiero sólo a la Biblia, porque la Palabra de Dios, es
sobre todo una Persona divina, y, a la vez humana, puesto que se hizo hombre
para siempre; y, no puede encerrarse en
un libro
Naturalmente La Biblia es la palabra de Dios, ahí, por medio
de débiles palabras humanas, Dios nos habla, nos ilumina, nos orienta nos guía
Pero nos habla, y es también su Palabra por la Tradición, que
no hay que confundir con tradición, o costumbres, nos habla por las oraciones
de La Iglesia, las de su Liturgia, nos habla, por los Padres y Doctores de La
Iglesia, por el Magisterio
Sin embargo la Palabra de Dios no fuerza, es necesario abrir
el corazón y dejarla entrar
Comerla, masticarla, para después “vomitarla sobre el mundo”