Quien ama a Dios por los beneficios que recibe no ama a Dios
Ésto no quiere decir que no, nos debemos alegrar por los dones recibidos; claro que sí, y agradecerlos, pero no ponerlos en primer lugar, el primer lugar solo para Dios
Sí solo amo a Dios por los beneficios que de Él recibo, salud, buena economía, trabajo, familia, fe, etc. en el momento en que pierda o se debilite, o crea que voy a perder uno de ellos, o todos, me enojaré, pensaré que Dios no me ama, o, que no existe
Y, eso no es amar, si amas a una persona la tienes que amar por ella, no por lo que te de, o deje de dar, en Dios con mayor motivo, porque todo en él es amable.
Por lo tanto tenemos el deber de agradecer y usar para su gloria los dones, los carismas recibidos; pero no creyéndonos dueños, y, si nos los quita o reclama está en su Derecho, lo que nunca nos va sacar es su Amor, ni la Vida, si le cerramos la puerta a su Amor es cosa nuestra, si en lugar de por La Vida optamos por la “muerte en vida”(Infierno es cosa nuestra también)
Demos gracias a Dios por todo lo que nos ha dado, pero más aún por lo que nos negó, y, por lo que nos sacó
