sábado, 19 de febrero de 2022

Conocer el día y la hora


Conocer el día la hora, el momento.
Como tiene varios enfoques paso del fin del mundo, y, el de la muerte física, que para mí es el mismo, y, me voy al del Encuentro, ese Encuentro o Encuentros con Él, con Jesús, por encuentros me refiero a esos momentos en que somos conscientes de Quién es él, y de Que es Él, no de un saber o un creer pasivo
No me refiero a experiencias místicas, ni a fenómenos raros, me refiero a saber y ser consciente de que en esa persona a la que hemos ayudado, lo ayudábamos a él, que las palabras de La Biblia que resonaban al leer o escuchar El Libro Santo, eran las suyas, o las de sus siervos que como hablaban por él, suyas eran
Que en el Pan y el Vino eucarístico, era  es él viniendo a quien lo recibe, y, hablarle, escucharle, y, no empezar la novena a San Gerencio
O cuando de pronto a uno lo  invade una gran paz, y brotan de sus corazón y de sus labios salmos himnos, o un silencio clamoroso
O  Cuando el tiempo de la oración personal se hace corto, y, nos sentimos en el cielo
Pues bien esos encuentros, no sabemos cuando se van a dar ni si se darán, es posible que ante quien nos pide ayuda, solo veamos un problema, no importa se le ayuda igual
Que la lectura de La Biblia, o la escucha de la misma en Misa, nos deje igual en ese momento
Que al comulgar tengamos que hacer un acto de fe profunda y pedir ayuda al Cielo, porque creemos pero nuestra razón nos dice que aquello es pan y vino: digamos simplemente, ayúdame a creer en tí
Que a nuestra mente, solo venga la subida de la luz etc
Que el rato de oración personal se nos haga eterno, pues sigamos el tiempo,  o el modo que nos hayamos marcado,  confiando en él, y, un día se dará ese Encuentro, el momento  como él de todos los Encuentros con él, sólo Él lo sabe