domingo, 13 de febrero de 2022

Las verdaderas miradas a La Iglesia


Las verdaderas miradas a la Iglesia
Han de ser desde la verdad y la humildad, desde dentro, no con los ojos de la sociedad que no sabé lo que es La Iglesia
Hemos de empezar por la mirada cada uno, así mismo, para ver el testimonio, o anti testimonio, que por su culpa o gracias a la Misericordia y la Gracia de Dios ha dado la Iglesia por su medio, porque todos los bautizados somos Iglesia y parte de La Iglesia
Tras eso viene la mirada a los hijos insignes de La misma los santos, canonizados y por canonizar, es decir no sólo aquellos que figuran en los altares, con biografías, hagiografías normales, no valen las biografías de marcianos, y las personas cristianas cuya vida impacto por el bien, no el beato que no salé de La iglesia, pero luego no mueve un dedo para hacer bien, no él que sigue a La Iglesia, y, agradecer a Dios por ellos
A continuación ver las obras a favor de la humanidad y la cultura que ha hecho, y, hace La Iglesia, Cáritas, Manos Unidas, ayudando incluso a sus enemigos
Vendrá luego el ver como ha protegido la Fe como se ha ido dejando llevar por el Espíritu Santo, por la Ruha divina, en su navegar por la historia, desde Pedro a Francisco, desde el Concilio, más bien Sínodo de Jerusalén, al Vaticano II, al último Sínodo convocado por el Papa Francisco. Como Dios la ha asistido para enseñar con Verdad, para sacar “del baúl”, verdades reveladas pero que permanecían ocultas
Luego el ver como fue y es perseguida en sus hijos, y, como siempre salió victoriosa gracias a su Esposo
Y, entonces y sólo entonces vendrá el mirar su parte humana, que es la que es pecadora, pero que no mancha a la Iglesia, los Papas, obispos sacerdotes, religiosos y laicos que desdicen lo que dicen con su vida, pero ver al mismo tiempo como jamás ni el Papa más impío y los hubó, ha negado la verdad revelada, ni ha alentado al mal, fue pecador él, pero no condujo al pecado
Comprenderá sin justificar ni pedir perdón, San Juan Pablo II, me perdoné, pero uno puede sentir pero no puede pedir perdón por lo que otros hicieron en el pasado, pero tampoco justificarlo, y, decir que estarían bien que estuviera ahora, sino denunciar donde parezca que va resurgir de nuevo
Ahí entra el cesarismo, o nacional catolicismo
La Inquisición que nació con buena intención, pero se olvidó que Dios manda convencer, no imponer, ni torturar ni matar
Las cruzadas justificadisimas
Los pecados contra La Unidad de la Iglesia, pero también la acción de la Ruha divina, moviéndonos a los cristianos a buscar la Unidad de todos los bautizados en la Iglesia de Cristo
Agradecerá a Dios como La Iglesia llevó la Fe a las tierras  descubiertas y defendió a los nativos, La Iglesia, no Pizarro ni Cortés
Y, como uno sabe que todos nacemos con inclinación al mal, no se fijará aunque le duela, y, si conoce algún caso, pero conocer de verás, de cristianos bueno de cualquiera, pero aquí en concreto de cristianos sean laicos o religiosos, o sacerdotes, que cometan el Sacrilegio de la pederastía, lo denunciará, pero no echará ese pecado sobre La Iglesia, porque no es suyo, es del pobre desgraciado que lo ha cometido
Pero mirar a la Iglesia fijándose en lo que dice “El País”, la tv, FCB, o la vecina, que piensa que la Iglesia son los curas. Pues eso es mirar un sucedaneo