miércoles, 9 de febrero de 2022

No hay vida de descarte


No hay vida de descarte que no pueda hacer presente a Dios en el mundo
No hay vidas de tercera división, todas son de primera, no hay vidas que no valgan para nada, en cualquier vida humana, en cualquier ser humano, sano, enfermo, rico o pobre, regular tirando a bueno, o impío, creyente o increyente, perseguido o perseguidor
Aunque sea lo que el mundo llama una vida de descarte, ese del que se piensa que mejor estaría muerto, mejor que no hubiera nacido, en ese Dios se hace presente en el mundo, se hace presente mostrando que existe y está porque él quiere
Mostrando como Dios da oportunidad a la conversión y al regreso a casa
Como el alejarse del querer de Dios no lleva a la felicidad
Y, sí alguien objeta que el regular bueno, también sufre, sí es cierto pero nadie dijo que no sufriera, el dolor forma parte del caminar, sufre la madre que paré, y, sufre él que tiene un dolor de muelas, pero el dolor del parto, pone un ser humano a la vista de todos, lo sacar a la luz, el dolor de muelas solo rompe una muela, es inútil
Él que sufre con conciencia tranquila, y, asume en Dios su dolor, puede sufrir injustamente, y, hasta sentir a veces el abandono de Dios, la noche oscura, pero  sabe que aunque no lo sienta Dios está con él, que su dolor se convertíra en gozo, como el de la mamá en el paritorio
Él que lo hace con mala conciencia, siente la tentación a la desesperación, el miedo a la nada, o al infierno, pero también ahi la llamada a tomar la mano de Dios, como el dolor de muelas que produce una caries, y, que lleva a tomar la decisión de ir al dentista y poner remedio, o dejar perder toda la dentadura, o la vida, si uno deja lo pillé una infección
Y, no se trata de juzgar la vida de nadie, y ver ésto le pasa porque hizo esto, o lo otro
Sino de ver cómo Dios está ahí, en esa persona que algunos o muchos consideran un estorbo. Forma parte del plan de salvación de Dios