La memoria histórica de mi fe personal
Vaya por delante que no he tenido nunca éxtasis, ni revelaciones, ni sueños. No, soy de lo más normalito.
Pero si he tenido “encuentros”, en los que Dios se ha servido de mediaciones humanas.
Y, esto no es raro, porque la Fe cristiana, como la vida está hecha de mediaciones
Lo cierto es que de algunas me enteré que lo habían sido, pasado el tiempo, pero me ayudaron a crecer como cristiana
La primera fue una profesora de francés, en lo que entonces se llamaba. “Bachiller Elemental”, que vendría siendo hoy, La ESO, esta señora, cuyo nombre no recuerdo, nos hacía rezar en francés, el padrenuestro, el ave maría, gracias a ella, yo sé rezar en francés, a mí siempre me ha gustado todo lo de Francia, y, el francés se me da bastante bien, de hecho mis traducciones eran muy buenas, pues bien, cuando llegaron las notas, en francés tenía un 2 un suspenso garrafal, que no merecía, porque era casi la única asignatura, que estudiaba y me gustaba, una compañera, protesto en mi nombre, la profesora dijo que era cierto, mi francés era bueno, para el curso que era, y algo más, pero como en las demás asignaturas, iba mal, así me quería dar un acicate.
Qué me enseñó la buena mujer, pues que el hecho de que una persona tenga una piedad excesiva, no hay que rezar en clase de idiomas, no quiere decir que sea justa, la beatería no tiene nada de cristiano.
La otra persona, aquí si fui ya consciente fue una profesora de religión, Doña Concepción, o doña Conchita, a la que llamabamos la Popea, ella me enseño amar la Biblia, pero sobre todo me comunico, gracias a su fe profunda, que el examen de religión de ver, si sabía lo que Jesús y la Iglesia enseñaban, no era el del Instítuto, etc. sino él que tendría al acabar la estancia en este mundo, aprendi que ser cristiano, no era un juego
Como no, D. Antonio Roura, párroco de San Jorge ya fallecido, del aprendí el amor a la Biblia, a La Virgen y a San José, y, mi vocación ecuménica
Mi madre que hizo ver que Dios siempre lo primero, y que la Biblia era Palabra de Dios, pero escritura humana
Mi tía Flora, que ante el mar, cerraba los ojos y decía, “Dios mío que grande eres”
La señora María, una cristiana evangélica, a la que yo iba cambiar tebeos, una mujer enamorada de Jesús, que nunca trato de “convertirme”, porque yo era menor de edad, una cría, que me enseñó una oración a La Virgen de Lutero, que terminaba diciendo. “ Pidamos a esta Señora, pida por nos a su Hijo”
Fue otro acicate en el amor a La Escritura, era una mujer especial, rezaba por las almas del Purgatorio, porque Jesús en una visión se lo había mandado, su Pastor se lo prohibió pero ella le dijo, que Jesús estaba antes
Recuerdo que un día, le conté, que había prometido a Jesús, que si aprobaba(era difícil porque no abría un libro), iría a Jerusalén andando, como mi geografía nunca fue buena, sigue sin serlo, debía de pensar que Jerusalén estaba en Sada(municipio coruñés)
Me dijo, no te parece que lo mejor es que Jesús venga a morar en tu corazón
Mi encuentro con Jesús en una Vigilía Pascual, lo “vi” claro la fe que recibíamos de Jesús, nos iluminaba, nos hacia antorchas, pero a su vez nosotros encendíamos, esa antorcha en los demás
María que siempre fue de La familia
Recuerdo un día en una iglesia en la que había hay, una imagen una talla de madera de La Virgen del Carmen, el manto da sensación de vuelo, y, yo sentí, como si todo el mundo estuviese, amparada por ese manto maternal.
Hay mucho más de lo que hablaré o escribiré otro día
D. Antonio de Dorneda, otro sacerdote santo, la verdad es que yo todos los curas que he tratado, todos son o fueron buenos sacerdotes, yo creo que los atraigo
Mi grupo de ecumenismo
Mi grupo de Biblia
Mi foro, con permiso de Abel, mi foro de ETF
El sillón bíblico
De todo eso la próxima vez