“Pedimos y no recibimos porque pedimos mal, para satisfacer nuestros instintos”. Carta de Santiago
El autor de la Carta de Santiago, nos dice y es Dios quien habla por su pluma, que cuando pedimos, no recibimos porque pedimos mal, lo hacemos para nuestra satisfacción
De entrada esto suena muy duro, porque cuando pedimos una curación, hasta aprobar un examen, no estamos pidiendo nada malo, sin embargo el texto es claro, pedimos para satisfacer nuestros instintos, nuestra voluntad, más que pedir mandamos.
Cuando Jesús nos enseña a orar, nos enseña como modelo, “El Padrenuestro”, en él que pedimos al Padre, “que se haga su voluntad”, no la nuestra, la suya, la de Dios
Y, eso es lo que falla en nuestras oraciones de petición, no, en que sea malo, lo que yo pido, sino en que en lugar de ponerme confiadamente en las Manos del Padre, como Jesús, y, apoyándome en Jesús, en entregarme a Él, y confíar en su Misericordia y su Amor, en lugar de ponerle a Él en primer lugar me pongo yo, y mi deseo, Jesús en el Huerto pidió al Padre, que si quería lo librase de La Cruz, pero que no hiciera su voluntad, la humana de Jesús, sino la suya, la del Padre
Y, La Palabra de Dios, nos dice en la carta a los Hebreos, que Jesús en esa oración fue escuchado
Sin embargo fue a la Cruz, pero fue escuchado, porque el Padre lo glorifico, porque tuvo Fuerzas, para mantenerse en su lugar y no ceder a la tentación, para no rehuir lo que Dios quería, porque El Padre le concedió lo que pedía,, Jesús pedía que Dios hiciera su Voluntad, no la humana de Jesús.
Jesús es nuestro modelo en todo, en la oración también el primero, por eso, cuando yo expongo lo que me aflige ante el Padre, cuando le ruego, como el niño a su mamá, incluso con pataleo, pero deseando que sea su Voluntad y no la mía la que se haga, cuando le pido gracia para aceptar su Voluntad, cuando confío en su Amor, y, sé que aunque no lo entienda, humanamente hablando, Jesús tampoco entendía ni le gustaba la Cruz.
Cuando acepto que Dios es Dios, cuando no hago nada, que vaya contra su Voluntad, para obtener lo que quiero
Entonces Dios me escucha, y me da lo que pido, puede que no el bien material o espiritual que deseo, porque eso que yo tengo por bueno, no lo es, pero me da la Fuerza y, la gracia de aceptarlo, Otras si me lo dará, pero siempre me regalará su Amor su Gracia.