El ser humano no es grande por sí mismo, sino, por lo que Dios sufrió por él, haciéndose uno más en todo
Dios hizo al hombre grande, al hacerlo su imagen, pero el hombre al pecar, rompió esta imagen, y, Dios la restauró haciendo la mejor, se hizo hombre, sin dejar de ser Dios, asumió todo lo humano, y, para que no hubiese duda, del valor del hombre de cada uno, dio, hasta la última gota de su sangre humana, pero sangre de Dios, por cada hombre, por eso el valor de cada hombre, de cada ser humano es infinito