Quien ama a Jesús, no puede temer
encontrarse con Él, San Agustín
Recuerdo hace muchos años; me
había quedado al cargo de unos niños, unos eran familia, otro era un amiguito,
siempre me gustaron “los enanos”, así que no tuve problema, los pequeños estaban ya en esa edad próxima a los 8 años,
todos de familias católicas, al menos de nombre
Inventé juegos para entretenerlo
Y, no recuerdo bien, cuál de ellos fue él que hizo la
pregunta
¿Si ahora viniese, o se apareciese,
Jesucristo, Jesús?
El pequeño amiguito, se puso
pálido, y dijo, “me moriría de miedo
No recuerdo lo que le dije,
imagino que me adaptaría a su edad, para decirle que a Jesús no hay que tenerle
miedo, que tendría que alegrarse
Pero muchas veces me ha venido
esta anécdota a la mente, y, me he preguntado. Qué imagen de Jesús, le habrían
presentado en su casa, a esta pobre criatura, para que temiese encontrarse, o
ver al Hombre que regalo el Cielo a los niños, que caricatura de Dios de Jesús,
le habrían dado sus educadores. Ahora ya es un hombre adulto, no lo he vuelto a
ver. ¿Creeraá en Dios, en Jesús?
No lo sé, pero es posible que
forme parte de los que dejaron la fe en la infancia, por culpa de los que la
intención no me importa, les presentaron un dios hecho a su medida
Los que usaban a Jesús, a Dios
como medio disuasorio de que el niño obedeciera
Quienes nos les infundieron el
amor a Jesús, y esto se da también respeto a adultos, por algunas personas
No hay que enseñar a tener miedo
a Dios, a Jesús, sino a amor, y, para eso hay que hacer que el otro descubra
como Dios lo ama, y, eso lo descubre cuando es amado, después si en la Biblia
en la Iglesia, pero primero en el otro