viernes, 24 de noviembre de 2017

No es la pertenencia a una estirpe





No es la pertenencia a una estirpe de creyentes la que nos permite entrar en el misterio de Dios, sino la confesión y la vivencia personal de ese” Anda y no peques más” (dominicos)
Los judíos creían que Dios sólo los quería a ellos, eran su pueblo, sus hijos los cristianos al principio, muy al principio pensamos que amaba a  todos, y, por eso llevábamos el Evangelio, lo ofrecíamos como si de una perla se tratase pero no lo imponíamos, a veces nos mataban, pero seguíamos creciendo
Luego pensamos que sólo nos amaba a nosotros los demás paganos, judíos, herejes, cismáticos estaban ya condenados, con todo podían salvarse si se hacían de los nuestros, e intentamos hacerlos a la fuerza olvidando que algunos eran tan cristianos como nosotros
Que si la religión judía era maldita, María y Jesús, habían practicado una religión maldita
Más  tarde decidimos que cada uno hiciera lo que quisiera, eso si, en nuestro fuera sabíamos que éramos los niños guapos, nos equivocábamos

Luego vino El Espíritu como un huracán, sacudiéndolo todo, sembrando asombro, lo hizo siempre le gusta sorprender, por medio de un Papa viejo, que duró apenas 2 años, y, trajo el Vaticano II, y, hablo de un Dios Amor, de que el Verbo esta como semilla en todas las religiones
Y, muchos por no decir todos lo malinterpretamos desde los que entendieron que por no definir dogmas no era Concilio, hasta los que pensaron que igualaba todo
Seguimos equivocados porque como dice la frase inicial de una homilía dominica, no vamos ir al Cielo, por ser cristianos sino por buscar y, dejarnos buscar por Dios, por hacer su voluntad, y, pedirle perdón por no hacerla y empezar de nuevo, eso será lo que nos lleve por Jesús para quien lo importante era hacer la voluntad del Padre, a Dios, y, ahí entran muchos cristianos, judíos, musulmanes, budistas, y, porque Dios es asi, personas de buena voluntad que llaman a Dios, por otros de sus Nombres, Vida, Justicia, Amor, Familia, y, quedan fuera muchos que son cristianos de nombre, pero de corazón ni vida, muchos que en lugar del Dios vivo adoran un ídolo hecho por ellos mismos Será cuestión de revisar cada uno en que grupo está