Con Jesús lo viejo no vale para nada, con él todo
es nuevo
El Vidente de Patmos lo escucho bien claro, “Todo
lo hago nuevo, lo viejo ha pasado” Apoc.
Y, cuando Jesús muere, dice a su Abba, a su Papá,
“Todo está hecho”
No es que se haya anulado la Ley de Moisés el
decálogo, no se ha renovado, purificado, ampliado
Antes de Jesús, el amor al prójimo, próximo, era un
deber, pero el próximo era el prójimo, y eso se limitaba, ahora el próximo, el
prójimo es todo hombre, porque en todo hombre esta Dios, y, nada más próximo
que Dios
Antes éramos hijos de Ira, ahora somos hijos en el
Hijo, no meros adoptados
Antes nos esperaba la eternidad sin Dios, ahora nos
espera salvo rechazo personal, la eternidad con Dios
Antes no éramos pueblo, ahora somos Pueblo
injertados en el Pueblo, para que Dios lo despierte, antes había razas, ahora
hay hijos de Dios
Ahora todos somos Uno, en Jesús que con el Padre y
el Espíritu Santo es Uno
No, no se anuló el Antiguo Testamento, pero se lee
con las gafas del Nuevo, como cuando uno mira una vieja foto, lo hace desde el
conocimiento presente
Antes lo máximo era amar al prójimo, ahora es
amarnos como Jesús nos amó