viernes, 24 de noviembre de 2017

con Jesús lo viejo no vale para nada



Con Jesús lo viejo no vale para nada, con él todo es nuevo
El Vidente de Patmos lo escucho bien claro, “Todo lo hago nuevo, lo viejo ha pasado” Apoc.

Y, cuando Jesús muere, dice a su Abba, a su Papá, “Todo está hecho”

No es que se haya anulado la Ley de Moisés el decálogo, no se ha renovado, purificado, ampliado
Antes de Jesús, el amor al prójimo, próximo, era un deber, pero el próximo era el prójimo, y eso se limitaba, ahora el próximo, el prójimo es todo hombre, porque en todo hombre esta Dios, y, nada más próximo que Dios

Antes éramos hijos de Ira, ahora somos hijos en el Hijo, no meros adoptados

Antes nos esperaba la eternidad sin Dios, ahora nos espera salvo rechazo personal, la eternidad con Dios

Antes no éramos pueblo, ahora somos Pueblo injertados en el Pueblo, para que Dios lo despierte, antes había razas, ahora hay hijos de Dios

Ahora todos somos Uno, en Jesús que con el Padre y el Espíritu Santo es Uno

No, no se anuló el Antiguo Testamento, pero se lee con las gafas del Nuevo, como cuando uno mira una vieja foto, lo hace desde el conocimiento presente
Antes lo máximo era amar al prójimo, ahora es amarnos como Jesús nos amó