La señal de que el paralitico
estaba perdonado, es que se puso a,
andar, yo después del perdón, sigo en lo mismo, sigo en mi camilla, porque si
es así, no he acogido el perdón, puesto que no me he curado
En los evangelios sinópticos y
Juan, hay el relato de curación de dos paralíticos, el que bajan sus amigos por
el fallado, y, el que está al borde de la piscina
Como todo en la Biblia fueron
escritos para nuestra enseñanza, que no era la de cotillear sobre unos señores
Yendo con el paralitico, que
llevan los amigos
Jesús le dice. “Ten confianza,
tus pecados están perdonados”
Luego ante las protestas, poco
importa si a viva voz, o “soto voce”
Jesús prosigue. “Qué es más fácil
decir, tus pecados están perdonados, o decir levántate, y anda”
Más fácil, es lo primero que no
se ve, más difícil es decir lo segundo que se ve, uno ve si anda o no
Pero es más difícil hacer lo
primero, solo Dios puede perdonar los pecados, tenían razón los paisanos de
Jesús
Más fácil aunque no lo sea es
curar a un paralitico
El paralitico escucha en su
camilla, y, escucha la orden de levantarse, si no hubiera creído a Jesús, si no
hubiera creído en primer lugar que estaba perdonado, no se habría levantado,
aunque sus piernas pudieran moverse, y hasta lo hicieran al poco tiempo, se
pensaría que había sido un espasmo muscular
Y, ahora voy con lo que me
interesa
Yo, tú el otro, pero me quedo
conmigo, soy el paralitico, paralitico por el pecado que impide andar, ir hacia
Dios, si tras el perdón de Dios, sigo en lo mismo, no avanzo, si me quedo en
cómo voy hacer esto, como voy decir, como, si sigo en mi camilla, es que no me
creo curada, y, si no me creo curada, pues acabaré por seguir paralitica